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jueves, 20 de diciembre de 2012
Rituales para el Año Nuevo 2013
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Para el año nuevo, sea chino u occidental, existen una serie de costumbres con que los chinos acompañan esta festividad y aunque algunas de esas prácticas vienen del año nuevo lunar, también las implementan en el año nuevo gregoriano, conocido en chino como Yuandan.
Una de estas es comprar zapatos antes del año nuevo, porque el año nuevo es la cabeza y el fin del año los pies, es por eso que algunas personas en China tienen la costumbre de estrenar calzado antes del año nuevo.
Los verdaderos ritos del año nuevo, tienen carácter mágico religioso y están ligados a la tradición de cada familia y cada región de la China; estos ritos son estrictos y tienen pautas de fechas y horas para su realización, así como los materiales necesarios para cada uno.
Lo más conveniente es realizar todos los ritos que aprendimos de nuestros mayores y celebrar las fiestas como acostumbramos, con los significados que son familiares para nosotros y si deseamos implementar alguna práctica del feng shui, consultemos el calendario para escoger los días de limpieza y de colocación de algunos objetos, así como preocuparnos por mantener los conceptos de feng shui en formas y estrellas, esto quiere decir que es más conveniente colocar el nacimiento en el sector del dragón y si esto no fuera posible, colocaremos el árbol en el sector del dragón correspondiente al nacimiento, así podemos utilizar nuestro conocimiento del feng shui en los aspectos prácticos de orden en nuestras casas.
El Año Nuevo Chino 農曆新年 más conocido, en China, como la Fiesta de la Primavera 春节, 春節 está basado en el calendario lunisolar utilizado tradicionalmente en China, en la actualidad es una de las fiestas más significativas para el pueblo chino en todo el mundo, indistintamente del origen de sus antepasados.
La fiesta es una ocasión muy jubilosa debido principalmente a que es el tiempo en que la gente se ausenta del trabajo para reunirse con la familia y los amigos.
En el 2013, las celebraciones comienzan el 10 de Febrero 2013 primer día del primer mes lunar 正月 y terminan el día quince cuando se celebra el Festival de la Linterna 元宵节, 元宵節.
Estos son algunos de los rituales que tradicionalmente acostumbran los chinos:
El «sobre rojo» 红包, hóng bào, también llamado Lai See. Se acostumbra entregar dinero en sobres rojos bordados en dorado, y se reparte entre los ancianos, niños y personas jóvenes para desearles prosperidad y buena suerte (los puede comprar en cualquier tienda china).
Los Chun Lian, o coplas de la «fiesta de la primavera», como también se conoce el año nuevo en China. En los 春联 se escriben en buenas caligrafías con signos que auguren todo el año «buena suerte», «riqueza», «longevidad» y «tiempo de primavera». Los Chun Lian se colocan alrededor de la casa. Las coplas de primavera son rollos y cuadros de papel. Los cuadros de papel son generalmente pegados al revés, debido a que la letra equivalente en mandarín para «al revés», tao, es homófona con la palabra llegada. Así, los cuadros de papel representan la llegada de la primavera y el arribo de tiempos más prósperos.
El pez, Yu 鱼 es homófono del carácter para abundancia es frecuente la colocación de estos animales en las casas. De color rojo ahuyentarán a Nian.
Las naranjas y mandarinas son símbolos excelentes de abundancia. Así que en muchos hogares habrá un gran tazón de 8,9, o 10 naranjas o mandarinas en el salón o una ubicación céntrica en la casa junto a platos de frutos secos o dulces para simbolizar abundancia.
Colocación del carácter Fu 福 (felicidad) de cabeza, ya que «estar de cabeza» y «llegar» son homófonos en la lengua china, así se dirá «la felicidad (fu) está de cabeza» o lo que es lo mismo «la felicidad (fu) ha llegado»
Dios de la riqueza, este se presenta con barba y ataviado con una túnica roja y un saco amarillo a la espalda. Se presenta en las casas y reparte imágenes, los moradores de las casas regalan propinas a esta figura, todo ello acompañado de tambores y gongs.
Hacer platos típicos como los raviolis 饺子 (jiaozi) para la cena de «noche vieja».
Wu Shi 舞狮 o Danza del León y «Wu Long 舞龙» o «Danza del Dragón», conservadas desde tiempos antiguos, se originan de las artes marciales y sirven para ahuyentar a los malos espíritus.
Se le rinde homenaje al Dios de la Cocina colocando su imagen y en embarrar azúcar de malta en los labios del Dios de la Cocina en un altar para rezarle, brindarle ofrendas y pedir sus bendiciones y protección. El Dios es una de las deidades que viajan, para asegurar que él presente un informe favorable al Emperador de Jade o mantenga el silencio.
Hay que mantener encendidas las barras de incienso y las velas de los altares día y noche para promover la longevidad.
Es recomendable llenar la billetera con dinero para esta ocasión de celebración.
Todas las deudas deben ser pagadas y no pida préstamos en el primer día del Año Nuevo.
La primera persona que conozcas y las primeras palabras que escuche son significativamente importantes en cuanto a lo que la suerte será para todo el año.
Sin embargo, el festival del Año Nuevo chino no es solamente diversión a gusto, y ciertos tabúes y supersticiones de la temporada nunca han perdido su poder persuasivo.
No es recomendable tener un refrigerador y la despensa vacía durante este tiempo, así que asegúrese de almacenar hasta la cocina y la despensa.
No barrer el piso durante los primeros cinco días del Año Nuevo Lunar es de mala suerte, debido a que uno puede accidentalmente barrer la buena suerte y riqueza de uno fuera de casa.
Se prohíbe severamente el lenguaje soez, y no pelear durante este período de tiempo. La muerte y las historias de fantasmas son un gran tabú también.
Si se rompe un plato, es vital decir tan pronto como sea posible «sui sui ping an», que significa paz a través del año.
Esconder los cuchillos y las tijeras para evitar que uno accidentalmente corte el «hilo de la buena suerte» en el año que viene.
También evite dar peras, relojes, o cualquier objeto afilado como tijeras o cuchillos.
Evite regalar artículos en color blanco o negro los dos colores representan la muerte en la cultura china.
Hay varias supersticiones o tradiciones que se realizan para la apariencia personal:
Lavar el cabello en el Día de Año Nuevo es lavar la buena suerte de Año Nuevo.
No se deben usar ropa de color negro o blanco, ya que tradicionalmente los colores de luto, lo que debería ser un día para usar el color rojo para añadir un extra impulso de la energía.
lunes, 19 de noviembre de 2012
¿QUÉ ES EL VIAJE ASTRAL ?
A este respecto, tendríamos que referirnos a las descripciones realizadas por los parapsicólogos e investigadores cientificos del tema, por un lado, y a las descripciones realizadas por los entendidos esoteristas, del otro, ya que mientras los primeros intentan descubrir el mecanismo físico y psíquico que lo produce, desde el punto de vista esotérico adquiere una dimensión de tipo espiritual.
Así desde el punto de vista científico, existen infinidad de investigadores que ya desde el siglo XIX, han dedicado sus estudios y esfuerzos en conseguir descubrir una metodología que explicase y demostrase el fenómeno del viaje astral, llegándose a una definición generalmente aceptada y que vendría a ser una descripción similar a la siguiente :
“ El Viaje Astral, se produce cuando el cuerpo astral o sutil, se separa del cuerpo fïsico, sin que para ello sea necesaria una intervención del cuerpo emotivo ni mediación del cuerpo mental, si bien el estado mental se hace necesario para su interpretación”.
La situación descrita, de hecho es similar a lo que se produciría cuando una persona muere, ya que existen muchos casos de personas que han sufrido una situación de “muerte clinica”, es decir, que han permanecido muertas clínicamente durante algunos minutos, y al tomar de nuevo la consciencia han manifestado este tipo de experiencias, donde se han visto elevados por encima de su cuerpo físico, a la vez que podian ver y oir todo lo que ocurria a su alrededor.
No obstante, no es necesario llegar a un estado de muerte clinica o pre-muerte para poder experimentar un viaje astral, de hecho el viaje astral se produce de forma natural en todos y cada uno de nosotros durante el sueño, aunque en este caso se produce de forma inconsciente.
Pero el viaje astral o proyección astral, también puede realizarse de forma consciente y controlada, a este respecto, existen personas que incluso lo llegan a experimentar de forma espontánea, estando incluso completamente despiertas y sin que exista un deseo expreso de realizarlo. Paradojicamente, existen personas que pese a proponerselo e intentarlo por diversos medios, lo único que consiguen es realizar una “proyección mental”, algo que no debemos confundir con el viaje astral, ya que mientras que el viaje astral es libre, es decir, no existe ningún control mental donde la mente o cuerpo mental pueda tomar ninguna iniciativa, la proyección mental es inducida o provocada, dirigida hacia objetivos bien claros y definidos, algo que en principio, quedaba reservado a maestros espirituales, yoguis, misticos y chamanes
Cuando se produce una proyección mental, el cuerpo astral es dirigido hacia lugares muy especificos de la simbologia humana, donde los miedos, prejuicios, preceptos religiosos y todo aquello que la mente humana tiene asumido como conceptos morales, adquieren un significado que puede condicionar la existencia física del individuo, ya que el cuerpo o estado mental permanecerá siempre junto al cuerpo físico, por lo que en la proyeccion mental, el cuerpo físico quedará a merced de los deseos del estado mental.
Esta caracteristica de la proyección mental, es la que hace que sea utilizada junto con el viaje astral, por los chamanes y personajes similares, a fin de conseguir un beneficio físico, psíquico, médico, anímico o material para la persona, ya que al ser originada desde la mente fisica, sus efectos pueden revertir sobre el plano fisico o material, mientras que en el viaje astral, el cuerpo sutil o astral se mantendrá conectado con el cuerpo fisico solo a través de un “cordón de plata” y hasta llegado el momento del regreso al cuerpo fisico o el momento de la muerte.
Desde el punto de vista de la parapsicologia, el viaje astral es considerado como el camino que nos posibilita conectar la vida física con el más allá, pero que sin embargo, no podrá interferir en los aspectos de la vida fisica, al no posibilitarnos adquirir los conocimientos que pudiesen existir en el plano astral de forma consciente, es decir, con la intervención del cuerpo mental, de ahí que sea a través de la proyección mental como se obtengan los recursos adecuados a nuestras necesidades.
Desde el punto de vista esotérico, el viaje astral o desdoblamiento astral, puede ser interpretado como una bilocación y adquiere un concepto totalmente místico y espiritual, donde el fenómeno es utilizado con fines altruistas o de elevación espiritual, ya que en este caso, el desdoblamiento o bilocación, consistiría en la facultad de proyectarse fuera del cuerpo, pudiendo estar en dos lugares a la vez y en un mismo espacio de tiempo. Tal es el caso de muchos místicos religiosos, donde a través de la historia, podemos comprobar como han proyectado su cuerpo en dos lugares a la vez, llegando incluso a ser visualizados fisicamente. Uno de los casos mejor documentados es el de Santa Agueda, quien podía proyectar su cuerpo desde el convento de Segovia, donde se hallaba enclaustrada, y aparecer en Mexico, con el fin de evangelizar a los indigenas, llegando a hacerles entrega física de los rosarios que habian sido custodiados en el convento, o el caso de Sant Josep Oriol, quien era capaz de estar en dos iglesias de Barcelona dando misa a la vez, así como en la cercana ciudad de Mataró.
Para que se pueda considerar la experiencia como una bilocación, será imprescindible que el sujeto en cuestión, sea proyectado dentro del mismo espacio-tiempo, ya que si la proyección se produjera dentro de otro espacio-tiempo, por ejemplo, vernos en las pirámides de Gizeh en el antiguo Egipto, estariamos hablando de un viaje astral.
Como conclusión, diremos que será un viaje astral cuando este se realiza de forma totalmente independiente del cuerpo mental, ya que una experiencia mística o espiritual, estaria condicionada por nuestros aspectos morales y religiosos, afectando al plano fisico.
¿QUÉ OCURRE CUANDO SE REALIZA UN VIAJE ASTRAL ?
En primer lugar, cuando realizamos un viaje astral de forma consciente, es decir, fuera del sueño, lo que se experimenta es la separación del cuerpo astral, dejando al cuerpo físico totalmente inerte, con apenas una ligera percepción de las constantes vitales, aunque su estado pueda confundirse con el del profundo sueño.
Durante el viaje astral, podrán darse diferentes condiciones que pueden ser interpretadas de acuerdo a la conciencia del individuo, es decir, podrá realizar un tipo determinado de concentración, el cual resultará necesario, aunque nunca sea imprescindible. También será posible mantener la conciencia de lo que ocurra alrededor del cuerpo fisico, aunque de igual manera que lo anteriormente mencionado, no es imprescindible que así ocurra.
Cuando se produce la separación de los cuerpos astrales y físico, la sensación percibida podrá variar de unos a otros individuos, si bien existen determinados tipos de sensaciones que invariablemente se producen.
Así tendríamos que una de las más frecuentes, es la que se identifica con la sensación de mareo, producido por la sensación de cierto movimiento o vaivén, aunque también podría ser a causa de una sensación de auto-giro, similar al que se experimenta en las atracciones de feria.
En cambio existe una sensación inevitable en todos los casos, nos referimos a la sensación de elevación, siendo ésta de diferentes formas.
La sensación de elevación puede producirse a través de ponernos de pie, de cabeza, o en algú caso de forma total, es decir, ascendiendo como en un globo aerostático.
Una vez se ha producido la separación del cuerpo astral y sentimos la elevación, lo primero que observamos es nuestro propio cuerpo físico, ya sea postrado en la cama, o en cualquier otra posición que hayamos adoptado antes del viaje astral, así como el entorno donde se encuentre ubicado.
Esta visión resultará totalmente real, tal como se pueden observar en el plano físico, e incluso con mucha más vivacidad de colores, ofreciendo un aspecto de mayor realidad si cabe.
Después de una primera observación del entorno, el cuerpo astral procederá a experimentar nuevas sensaciones, como atravesar muros y puertas sin el menor esfuerzo, para a continuación, salir disparado hacia los confines del universo, o adentrarse en un espacio-tiempo distinto del que corresponde al plano físico, todo ello sin que medie el control mental.
COMO REALIZAR UN VIAJE ASTRAL
Existen diversas formas de realizar un viaje astral, pero debemos de diferenciar las realizadas de forma involuntaria durante el sueño, de las que se realizan de forma consciente, mediante una determinada preparación.
Así tendremos que en el viaje astral de forma consciente, a su vez se utilizan diferentes técnicas, protocolos o medios de acceso. Tal es el caso de los entendidos del tema, ya sean hindúes, practiquen Yoga, o sean chamanes.
En el caso más conocido de los chamanes de Mexico, o los indios Jíbaros de la selva del Amazonas , se suele utilizar un determinado tipo de drogas alucinógenas, compuestas en su mayoría por plantas tales como el peyote o la ayahuasca.
A través de la ingestión de estas plantas, así como una determinada preparación psicológica y física, el chamán puede realizar el viaje astral de forma controlada, algo que como hemos visto anteriormente no es lo habitual, ya que en este caso, lo que se consigue es una proyección del cuerpo mental, dentro del plano astral, posibilitándole modificar u obtener, la simbología y beneficios, que a través del plano astral, puede aplicar al plano físico, por medio de curaciones y visiones del más allá.
Esta metodología está reservada a las personas iniciadas en dichos temas, pues requiere del conocimiento del uso de dichas plantas, así como de la preparación adecuada a nivel físico y psicológico.
En contra de lo que algunos autores indican, el viaje astral a través del uso de plantas alucinógenas como el peyote o la ayahuasca, no entraña ningún riesgo físico ni psicológico, estando limitado su uso solamente a las personas que por motivos de enfermedad cardiovascular o deficiencias psíquicas, pueden ser objeto de contraindicación, es decir, que dicho peligro estaría representado solo por la enfermedad en si, de las personas que la padecen.
Pero para realizar un viaje astral de forma consciente, existen también otros métodos que no suponen ninguna complicada preparación ni ingesta de drogas. A este respecto, vamos a detallar la técnica que usualmente se viene desarrollando por los más eminentes investigadores y expertos del tema, conocida como técnica Monroe, por ser Robert Monroe, un investigador estadounidense de lo paranormal, quien la descubrió en el año 1.958 de manera fortuita, al intentar solucionar problemas de insomnio.
De acuerdo con la técnica de Monroe, cualquier persona que lo desee puede realizar un viaje astral, o EECA ( experiencia exterior al cuerpo, o experiencia extracorporal ) siguiendo los pasos que vamos a enumerar.
Como premisa, aclarar que el sujeto tiene que estar decidido a llevarla a cabo, y realizar tantas practicas o intentos como sea necesario, ya que no siempre se consigue al primer intento.
Para proceder ha realizar al viaje astral, vamos a precisar de un lugar adecuado donde llevarlo a cabo. Para ello necesitamos una habitación donde exista un ambiente cálido, y con luz tenue u oscuro.
Es conveniente llevar ropas cómodas y ligeras, o si la temperatura ambiente lo permite, incluso desnudos.
No llevar encima joyas, ni objetos metálicos.
Una vez comprobadas las anteriores condiciones, se procederá a iniciar el viaje en si, teniendo en cuenta las indicaciones siguientes :
Estirarse sobre una cama o lugar cómodo, que no sea ni demasiado duro , ni demasiado blando, con la espalda hacia abajo ( en posición supino ), y la cabeza orientada hacia el norte.
Una vez la persona está cómodamente estirada, procederá a relajarse totalmente, para lo cual es aconsejable realizar algún ejercicio de relajación a través de la respiración ( un sistema muy sencillo, consiste en inspirar lenta, pero profundamente, y de forma rítmica, hasta llenar en primer lugar el abdomen, luego se continuará hasta llenar los pulmones, para a continuación y después de esperar unos segundos, expirar por la boca de forma continua, pero pausada todo el aire, y esperar unos segundos antes de volver a realizar el proceso ). Lo importante es estar en completa relajación, así que si el ejercicio de la respiración provoca una distracción, es mejor respirar de la manera que nos sea más cómoda.
Una vez que se ha llegado a un estado de total relajación, se procederá a concentrarse en una imagen simple, sin complicaciones, a fin de poder conciliar el sueño. Cuando se alcanza el estado de “duermevela” ( ese momento en que no sabemos exactamente si estamos despiertos o no ), deberemos de relajarnos profundamente, y sentir que podemos sumergirnos de lleno en la oscuridad que nos envuelve.
Cuando estamos dispuestos para iniciar el viaje, se producen una serie de vibraciones alrededor del cuerpo, que será la señal de que estamos preparados. Para lograr percibir estas vibraciones, deberemos de concentrarnos en un punto imaginario, el cual se encuentre situado a unos treinta centímetros de nuestro cuerpo. Después y poco a poco, este punto deberá de ir extendiéndose a una distancia de dos metros y dibujar una línea paralela hasta nuestro cuerpo. Cuando hayamos conseguido este enfoque del plano, deberíamos de empezar a sentir las vibraciones, siendo guiadas por todo el cuerpo, desde los pies a la cabeza. Cuando sintamos dichas vibraciones en el interior de nuestra cabeza, será el indicativo de que ya estamos listos para emprender el viaje.
A fín de conseguir abandonar el cuerpo físico, deberemos de concentrarnos en la idea del placer que representaría poder flotar, con lo que conseguiremos que en unos instantes el cuerpo empiece a flotar.
Una vez notemos como el cuerpo astral está flotando, el viaje habrá comenzado, pudiendo realizar todas las actividades que anteriormente hemos comentado.
Para regresar al cuerpo físico, solo es necesario concentrarse en la sensación de fusión con el cuerpo, aunque algunos autores indican que simplemente con desearlo es suficiente, o incluso en el hipotético caso de que no resultase, bastaría con juntar los dedos pulgar, indice y corazón para regresar de forma inmediata.
Para acabar de reseñar las técnicas del viaje astral, decir que como es logico, cada cual puede añadir algún truco o mejora que le facilite el viaje, así por ejemplo, hay quien consigue una mayor relajación después de darse una ducha de agua caliente y acostarse sin ropa. También se puede acomodar el lugar de reposo de forma que no se oigan ruidos, ni se vean luces que puedan molestar.
Es aconsejable repetirnos mentalmente que vamos a llevar a cabo el viaje astral, de manera que vaya fluyendo sutilmente en la mente, pero sin llegar a obsesionarnos.
También es aconsejable llevar un cuaderno o diario donde podamos ir anotando todo lo que sentimos, incluyendo aquello que no funciona, con el fin de conocer donde está el fallo.
Si hemos sido capaces de llegar hasta el desdoblamiento astral, empezará una serie de experiencias que en algunos casos puede ser confundida con la muerte.
Así por ejemplo, hay quien afirma que al realizar las primeras experiencias de proyección astral, se suele viajar o volar hacia el cielo, llegando incluso a llevarnos hasta otros planetas, aunque en estos casos se manifiesta una preferencias por lo que se conoce como “canales astrales”. La definición de dichos canales vendría a ser como una especie de túneles, los cuales pueden ser ocuros o poseer diferentes colores, donde absorbe al cuerpo astral, elevándolo hasta los diferentes planos astrales y dependiendo de su forma, rectilínea o sinuosa, permitirán una rápida ascensión o cambio de dirección hacia otras dimensiones.
Una vez se ha traspasado algunos de dichos canales, quienes así lo han experimentado, dicen ver una especie de cielo de color azul, donde llegan a contactar con seres celestiales, o incluso con personas conocidas ya fallecidas. Esta experiencia se correspondería con lo narrado por aquellas personas que han sufrido una E.C.M. ( Experiencia cercana a la muerte).
Una cuestión que siempre ha preocupado a quienes deseaban tener un viaje astral, es saber si existe algún tipo de riesgo o peligro, por el hecho de llevarlo a cabo, o si podía ocurrir que se quedasen en el plano astral bloqueados o colgados. Pues bien, en este sentido no hay constancia de que nadie haya sufrido ningún percance, y si alguna vez alguien se queda en el plano astral, será porque ha llegado la hora de su muerte, única situación en que se rompería el “cordón de plata” que une al cuerpo astral con el físico.
La realización del viaje astral no afecta ni perjudica el estado de las neuronas, ni altera el equilibrio psíquico – emocional, ya que el viaje astral no posee las cualidades de una droga, ni por tanto crea dependencia. Solo se recomienda no realizarlo a aquellas personas que ya estuviesen afectadas por una enfermedad psiquica o de tipo cardiovascular, por lo que representaria percibir nuevas sensaciones que alterarían su ritmo cardiaco. Incluso si la experiencia extra-corpórea se realizase mediante alucinógenos naturales como el peyote o la ayahuasca, el sujeto no se vería afectado ni físicamente ni psicólogicamente, a menos que su uso fuera incorrecto, al desconocer el procedimiento y lo que conseguiría seria una intoxicación y dependiendo del consumo, incluso la dependencia de la droga.
Cuando el viaje astral es realizado de forma correcta, no tiene la menor contraindicación para las personas sanas, ya que incluso puede servir de ayuda y corregir determinados problemas e inconvenientes o incluso curar enfermedades.
Otro aspecto que se presta confusión, es el relativo a los chamanes, ya que generalmente se cree que todos los chamanes utilizan las plantas alucinógenas (hongo sagrado, peyote, hayahuasca ), para conseguir realizar el viaje astral, o como muchos dicen, viajar al mundo de los espíritus. Esto solo ocurre con los chamanes de America, Naguales, Brujos, Hechiceros o los indios Jíbaros, ya que el chamán originario de la estepa Siberiana, lugar de donde originariamente procede la palabra Chamán, no las utiliza para realizar los viajes astrales o viajar al mundo de los espíritus, ya que su preparación se basa en ejercicios físicos y psíquicos (Repicar de tambores, sonidos, canticos, oraciones, etc.), aunque en algunos casos utilizan hongos y algún extracto de alcohol.
Un tópico sobre el viaje astral que suele suscitar interés es el que hace referencia al “ Cordón de Plata”. Lo que se viene en llamar “Cordón de Plata”, es una conexión que genera nuestro cuerpo mental de forma inconsciente o involuntaria, destinado a mantener en contacto y unido el cuerpo astral con el físico, sirviendo además de control en el mantenimiento del ritmo cardiaco, mientras dure la experiencia extra-corporal. Aunque no es imprescindible para realizar el viaje astral, ya que siempre se vuelve al cuerpo físico (a excepción de cuando morimos), es recomendable utilizarlo, aunque solo sea para proporcionar cierta seguridad.
INVESTIGACIONES SOBRE LAS EXPERIENCIAS EXTRA CORPOREAS
Uno de los mayores expertos mundiales en el estudio de los “Viajes Astrales” es el Dr. Waldo Viera, fundador del Instituto Internacional de Proyecciología y Concienciología en Iguazú (Brasil), con sedes en diversos países, entre los que se encuentra España.
El Dr. Viera inició sus investigaciones a través de sus propias experiencias, para posteriormente dedicar por completo su vida al estudio de los llamados viajes astrales, llegando a manisfestar lo siguiente :
"Todo el mundo realiza viajes astrales cada noche, pero la mayoría no lo sabe. Estadísticamente el 89% de las personas no recuerda lo que sucede durante el sueño, que es un estado alterado de consciencia donde se pierde un cuarto o tercio de la vida. Pero si el cuerpo necesita dormir, la conciencia no."
Cuando se le pregunta por lo que ocurre al producirse una experiencia extra-corporal, el Dr. Viera responde:
"Cuando se está fuera del cuerpo, los prejuicios y convenciones quedan atrás y se descubre que lo realmente importante es lo que cada uno hace con su propia evolución. Cuando uno sale fuera del cuerpo mantiene su lucidez, es consciente, incluso a veces hay una expansión de la conciencia que nos hace más inteligentes".
Así mismo Viera manifiesta que el mundo astral “es la verdadera tierra natal de cada uno, de donde procede y a donde volverá. Allí se encuentran millones de otras consciencias, agrupadas por afinidades en miles de grupos evolutivos, y también los evolucionólogos, seres con una conciencia más evolucionada que son los mentores de cada grupo evolutivo".
El Dr.Viera está convencido de que en el mundo astral se encuentran las conciencias extra-físicas de quienes han sido seres humanos, por lo que mientras se realiza el viaje astral sería posible recordar vidas pasadas, "pero sin ninguna inducción, ni hipnosis, ni sugerencia".
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domingo, 11 de noviembre de 2012
FRASES PARA MEDITAR Y REFLEXIONAR
El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.
Hay tantas cosas que no pueden juzgarse sin el corazón, que si éste falla, la razón debe desatinar necesariamente.
No te preocupes por tu corazón, te durará toda la vida.
Cada uno tiene la edad de su corazón.
Las verdades que revela la inteligencia permanecen estériles. Sólo el corazón es capaz de fecundar los sueños.
Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza.
Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos.
Un instante de gozo del corazón vale más que dos horas de placer de los sentidos.
No hay en el mundo señorío como la libertad del corazón.
El corazón del loco está en la boca; pero la boca del sabio está en el corazón.
El corazón tiene razones que la razón ignora.
El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico.
Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.
El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.
Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo.
Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.
Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra, pero que se regala.
El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.
El idioma del corazón es universal: sólo se necesita sensibilidad para entenderle y hablarle.
Jamás se penetra por la fuerza en un corazón.
Dueño del Universo, yo regulo su fortuna. Puedo nombrar reyes, puedo deponerlos, pero de mi corazón yo no puedo responder.
Un hombre de noble corazón irá muy lejos, guiado por la palabra gentil de una mujer.
La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; sólo el corazón nos dice lo que es preciso hacer.
La fuente de la vida es el corazón.
El corazón es lo primero que vive en la estructura del animal y lo último que muere. En él tiene su comienzo y su término la vida.
Nada pesa tanto como el corazón cuando está cansado.
En el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.
A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.
Nuestro corazón tiene la edad de aquello que ama.
Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.
Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie.
Lanza primero tu corazón y tu caballo saltará el obstáculo. Muchos desfallecen ante el obstáculo. Son los que no han lanzado primero el corazón.
Aquello que sale del corazón, lleva el matiz y el calor de su lugar de origen.
Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio.
La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?.
El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas.
El corazón es un niño: espera lo que desea.
Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Mientras que el corazón tiene deseo, la imaginación conserva ilusiones.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él emana vida.
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sábado, 10 de noviembre de 2012
La leyenda del astrólogo árabe
Hace cientos de años, en los tiempos heroicos, vivió un rey moro;
Aben Habuz se llamaba, que se sentó en el trono de Granada. Llevó en
sus mocedades una existencia de constantes correrías y disipaciones,
` y cuando se vio machucho y acabado no deseaba más que vivir en paz
con el mundo, para acariciar los laureles que había conquistado y
gozar tranquilamente las posesiones que supo arrebatar a sus vecinos.
Pero ocurrió que a este débil y pacífico anciano le salieron rivales
jóvenes, príncipes ansiosos de lucha y de gloria, que le pidieron
cuentas de los saqueos y pillajes con que castigó a sus padres.
Además se mostraban en rebelión contra Aben Habuz e intentaban
invadirle su capital, ciertas comarcas del territorio de su reino que
el soberano había tratado con mano dura en los buenos años de su
dorada juventud. El caso fue que Aben Habuz tenía enemigos por todas
las fronteras de su mando, y que esos enemigos eran fuertes y estaban
decididos a avasallarle; y como Granada aparece rodeada de agrestes
montañas que impiden observar los movimientos de un ejército que se
acerque a la ciudad, el infortunado rey se veía obligado a sostener
estado continuo de vigilancia y alarma, no sabiendo de donde iban a
venirle los ataques que le amenazaban.
En vano levantó atalayas en las alturas y estacionó centinelas en
todos los pasos, con órdenes terminantes de encender hogueras de
noche y de levantar de día humaredas apenas se aproximara un grupo
extraño cualquiera. Sus alertas enemigos; burlando toda precaución,
se mostraban dispuestos a cruzar el desfiladero menos conocido y más
difícil de salvar, para asolar las propiedades de Aben Habuz en sus
mismo ojos, hacer prisioneros y regresar con el botín a las montañas.
¿Se halló nunca en situación más desagradable y molesta ningún
monarca valetudinario y obligadamente pacífico?
Preocupado Aben Habuz con tales inquietudes y disgustos, acertó a
llegar a su corte un medico árabe, muy anciano: le llegaba la barba a
la cintura, blanca como la nieve, y presentaba evidentes señales de
ser de muy avanzada edad, pero no obstante el peso de los años, había
hecho a pie casi todo el viaje desde Egipto, sin más ayuda que un
báculo tallado en jeroglíficos. Se llamaba Ibrahim Ebn Abu Ayud y le
rodeaba gran fama. diciéndose de é1 que vivía nada menos que desde
los días de Mahoma, hijo de Abu Ayub, que fue él último de los
compañeros que siempre iban con el Profeta.
De niño,Ibrahim siguió a las tropas de Amru que entraron
conquistadoras en Egipto, donde se asentó y estudió las ciencias
ocultas, la demonología, la hechicería, la magia particularmente
entre los sacerdotes faraónicos. Se aseguraba, además, que había
descubierto el secreto de prolongar la vida, con cuya virtud logró
dilatar la suya de tal modo que ya pasaba de los dos siglos, y eso
que. según sus propias palabras, no dio con aquel secreto, sino
cuando la carga de los años le pesaba verdaderamente, razón por la
cual lo único que pudo hacer fue conservar perennes las arrugas y las
canas.
Este hombre maravilloso fue recibido con toda solemnidad por el rey,
que, al igual que la mayor parte de los monarcas que llegaban a la
senectud, dispensaba favor especial a los médicos. Le ofreció
habitación en el palacio, pero el astrólogo prefirió una cueva en la
ladera de la montaña que se yergue sobre la ciudad de Granada, la
misma donde después se edificó la Alhambra. Hizo que se ensanchara la
cueva hasta formar una sala espaciosa de elevado techo. donde ordenó
abrir un agujero circular, como la de un pozo , a través del cual
podía ver el firmamento y contemplar los astros aun a mediodía.
Escribió jeroglíficos egipcios en las paredes cubriéndolas de
símbolos cabalísticos y de reproducciones de los planetas y de las
estrellas en sus constelaciones. En suma, llamó a su lado a los
artesanos granadinos más hábiles, a quienes dirigió en la
construcción de útiles y de artefactos, cuyas propiedades secretas
guardó.
En poco tiempo se convirtió el sabio Ibrahim en el consejero del rey,
que le pedía opinión en todas las dificultades. Clamaba una vez Aben
Habuz contra la injusta enemistad de sus vecinos y lamentaba la
desaso segada vigilancia que se veía obligado a desplegar para
protegerse de las incursiones de esos enemigos. Acabó el rey de
exponer su situación y quedó callado el astrólogo, para decir
transcurridos unos momentos: -Sabed,¡oh Rey!, que estando yo en
Egipto presencié una sublime maravilla, ideada por una sacerdotisa
pagana de la antigüedad. En la cumbre de una montaña elevada sobre la
ciudad de Borsa y que miraba al gran valle del Nilo había una figura
de morueco, y encima de un gallo, ambas fundidas en bronce, que
giraban sobre un eje. Cuando el país estaba amenazado de invasión, se
volvía la figura del carnero hacia la dirección del enemigo y cantaba
el gallo. Los moradores de Borsa conocían así, no sólo el peligro,
sino el lugar por donde se aproximaban, y adoptaban con oportunidad
las medidas para defenderse.
-¡Dios en grande! -exclamó el pacífico Aben Habuz-. ¡Qué preciado
tesoro sería para mí poseer un morueco como ese. alerta. sobre estas
montañas que me rodean. y otro gallo igual que lanzara su canto ante
la vecindad del peligro! ¡Allah Akbah, cuán descansadamente dormiría
yo en mi palacio con semejantes centinelas en lo alto!
Esperó el astrólogo que se apaciguara el entusiasmo del rey, y
continuó con estas palabras:
-Después -que victorioso Amru -¡descanse en paz!- hubo concluido su
conquista de Egipto, me uní yo a los sacerdotes del país, estudiando
los ritos y las ceremonias de su fe idolátrica, esperanzado en
convertirme en maestro de los conocimientos ocultos que tanto
renombre les han procurado. Sentado un día sobre las riberas del
Nilo, en conversación con un sacerdote anciano, me señaló las
poderosas pirámides que se levantan como montañas en el desierto, y
me dijo: "Todo cuanto pudiéramos enseñarte es nada comparado con la
sabiduría que encierran esas enormes moles. En medio de la pirámide
central hay una cámara sepulcral que guarda la momia del sacerdote
supremo que ayudó a erigir esa formidable construcción, y con él está
enterrado un maravilloso libro de erudición con. los secretos de la
magia y del artificio. Este libro le fue entregado a Adán después de
su caída, y llegó. generación tras generación. a las manos del rey
Salomón el Sabio con cuya ayuda edificó el Templo de Jerusalén. ¡Sólo
Aquél, conocedor de todas las cosas. sabe cómo poseyó ese libro el
arquitecto de las pirámides!"
-Ardió mi corazón en anhelos de hacerme dueño del libro cuando oí
estas palabras del anciano sacerdote.
Podía disponer a mi mando de muchos soldados de nuestro ejército
conquistador y de los servicios de buen número de egipcios. y
utilizándolos, me dediqué al empeño. Taladramos la sólida masa, y no
sin trabajo fatigoso y dificilísimo quedó horadada hasta una estrecha
galería que parecía paso interior y secreto. Lo penetre, y llegué a
un intrincado laberinto, que me puso en el corazón de aquella
pirámide, y en seguida en la cámara sepulcral donde yacía siglos y
siglos la momia del gran sacerdote. Dispuesto a todo, abrí las arcas
exteriores de la momia, desdoble muchas de sus fajas y de sus vendas,
y, al fin, encontré en su pecho el preciado libro. Con mano
temblorosa lo cogí, y a tientas busque la salida de la pirámide,
dejando la momia en su tenebroso sepulcro esperando la resurrección
en el día del juicio final.
-¡Hijo de Abu Ayub, gran viajero has sido y maravillosas cosas has
visto! ¿Pero de qué me vale a mí el secreto de la pirámide, ese libro
de los conocimientos del sabio Salomón? -repuso Aben Habuz.
Le contestó el astrólogo:
-¡Oh Rey! Hojeando y estudiando este libro he aprendido todas las
artes mágicas, y me es dable conjurar los genios para llevar a cabo
mis planes. Mi saber domina el misterio del talismán de Borsa, y
puedo convertir ese talismán en una de las mayores gracias.
-¡Vale más para mí ese talismán que todas las atalayas en las
montañas y todos los centinelas en los límites de mi territorio! -
prorrumpió Aben Habuz-. ¡Dadme, oh sabio hijo de Abu Ayub, esa
salvaguardia, y disponed de las riquezas de mi tesoro!
Para satisfacer los deseos del monarca se entregó inmediatamente
Ibrahim a su arte. Ordenó que se erigiera una gran torre sobre el
palacio real, levantado en lo alto de la montaña del Albaicín. Se
construyo la torre con las piedras egipcias extraídas de una de las
pirámides. En la parte superior de la torre se dispuso una glorieta
con cuatro ventanas que miraban hacia los cuatro puntos cardinales, y
delante de ellas había sendas mesas que presentaban, lo mismo que un
tablero de ajedrez, un ejército mímico de jinetes y de infantes, con
la efigie, tallada en madera, del príncipe que gobernaba en el
territorio hacia cuya dirección caían dichas ventanas. En cada una de
esas mesas se erguía una lanza, no mayor que una daga, en la cual
aparecían esculpidos ciertos caracteres caldeos. Esta glorieta se
conservaba constantemente cerrada por una puerta de bronce, con gran
cerradura de acero, cuya llave guardaba el rey. En la cúspide de la
torre había una figura de bronce de un lancero moro a caballo, fija a
un eje, el escudo al brazo y la lanza elevada perpendicularmente.
Miraba el jinete a la ciudad como si estuviera vigilándola; pero si
se acercaba algún enemigo, se volvía el moro hacia la parte por donde
el enemigo asomaba y preparaba lista la lanza cual si se hallara
totalmente dispuesto a entrar en acción.
Cuando quedó concluido este artificio, todo era impaciencia en Aben
Habuz para probar las virtudes del talismán, y suspiraba por la
amenaza efectiva de una invasión tan ardientemente como había deseado
hasta entonces tranquilidad y reposo. Pronto vio satisfechos estos
deseos. Una mañana hizo su presencia el guardián destinado a vigilar
la torre, manifestando todo impresionado, que el rostro del jinete de
bronce se había vuelto hacia las montañas de Elvira y que su lanza
apuntaba directamente al Paso de Lope.
-¡Que toquen alarma los tambores y clarines, para que toda Granada se
halle alerta! -ordenó Aben Habuz.
-¡Oh Rey! dijo el astrólogo-. Que no se turbe la calma de vuestra
ciudad, ni tampoco llaméis a las armas a vuestros guerreros: no
necesitamos el auxilio de la fuerza para libraros de vuestros
enemigos. Haced que se retiren vuestros servidores, y dirijámonos
solos a la glorieta secreta.
Subió el anciano Aben Habuz la escalera de la torre apoyándose en el
brazo del más anciano aún Ibrahim Ebn Abu Ayub. Corrieron la puerta
de bronce y entraron. Vieron abierta la ventana que miraba al Paso de
Lope. Dijo el astrólogo:
-En esta dirección está el peligro. Acercaos, ¡oh Rey!, y observad el
misterio de la mesa.
El soberano se aproximó al tablero sobre el cual se hallaban
dispuestas las figurillas de madera, y con gran sorpresa vio que
todas estaban en movimiento. Los caballos hacían cabriolas y
corcovos, los guerreros blandían las armas, resonaban en confuso
clamor tambores y trompetas. el rechinar de las armas y el relinchar
de los corceles; pero todo este fragor de batalla no producían mayor
ruido ni se percibía más que el zumbido de la abeja o de la cigarra
en los oídos del que descansa, adormecido en la sombra, del calor del
mediodía.
-Aquí tenéis, ¡oh Rey!, la prueba de que vuestros enemigos están en
movimiento: avanzando a través de lejanas montañas, deben hallarse ya
en el Paso de Lope. Produciréis en ellos el pánico y la confusión y
les obligaréis a retirarse sin pérdidas de vidas, con sólo golpear
las figuras del tablero con el puño de esta lanza mágica. Pero si
queréis derramar sangre y causarles mortandad, tocad las figuras con
la punta.
-¡Hijo de Abu Ayub -dijo, irguiéndose y centelleándole la mirada de
satisfacción-, habrá derramamiento de sangre!
Sin acabar de decirlo, acometió con la lanza mágica algunas de las
figuras pigmeas que se movían sobre la mesa y luego golpeó con el
puño de la misma lanza las demás figurillas, sobre las cuales cayeron
las primeras como muertas, volviéndose todas unas contra otras en
lucha desordenada.
Difícilmente logró el astrólogo calmar la mano del más pacífico de
los monarcas y evitar que exterminara totalmente a sus enemigos. Al
cabo, hizo que abandonase la torre, para que sin dilación enviara
avanzadas a las montañas que explorasen el Paso de Lope. Volvieron
dando cuenta que un ejercito cristiano había llegado casi a la vista
de Granada atravesando el corazón de la sierra: súbitamente estalló
en sus filas tremenda disensión que les hizo volver las armas en
terrible agresión fraticida, habiéndose retirado a sus límites
después de fiera carnicería.
Aben Habuz quedó transportado de jubilo al ver probada la eficacia
del talismán.
-¡Al fin -exclamó-. gozaré vida reposada teniendo a todos mis
enemigos en las riendas de mi poderío! ¡Oh sabio hijo de Abu Ayub!, ¿
qué puedo darte en recompensa por esta bendición que derramas sobre
mí?
-Poco, y es muy fácil de conceder lo que necesita un anciano y un
filósofo. Otorgadme los medios para convertir mi cueva en una ermita
y me daré por contento.
-¡Cuán elevada es la moderación del hombre verdaderamente sabio!
respondió Aben Habuz. secretamente complacido de la cortedad del
premio.
Y llamó a su tesorero ordenándole que pusiera a la disposición del
astrólogo las sumas que requiriese para erigir y adornar su ermita.
Dispuso Ibrahim que se horadaran diversos aposentos en la sólida
roca, de manera que formasen una serie de habitaciones unidas a su
laboratorio astrológico, y las amuebló con lujosas otomanas y ricos
divanes. colgando de las paredes las mejores sedas de Damasco.
-Soy ya muy viejo y no puedo descansar mis huesos sobre lechos de
piedra, y estas húmedas paredes piden a gritos ser cubiertas -decía.
También mandó construir baños. que utilizaba con toda clase de
perfumes y de esencias aromáticas.
-El baño -afirmaba es necesario para contrarrestar la rigidez de la
edad y para devolver a la mente la frescura, la flexibilidad gastadas
y ajadas por el estudio.
Hizo Ibrahim colgar de las habitaciones innumerables lámparas de
plata y de cristal, que llenaba de fragante aceite preparado según
una receta que descubrió en las tumbas egipcias. Este aceite era
perdurable, y difundía tenue resplandor, como la suave luz del alba.
-La claridad del sol resulta demasiado deslumbrante y violenta para
los cansados ojos de un anciano, mientras que la luz de la lámpara se
aviene mejor a los estudios del filósofo -alegaba.
El tesorero del monarca gruñía ante las exigencias de oro que diaria
mente le hacia el astrólogo para su solitario retiro, y protestó ante
el rey. Aben Habuz se encogió de hombros y respondió:
-La palabra real está dada... Tengamos paciencia. Este anciano ha
tomado idea en el interior de las pirámides de Egipto y en las
inmensas ruinas de aquel país para su retiro filosófico; pero todas
las cosas tienen su fin, y así tendrán el suyo el arreglo y el adorno
de su caverna.
No se equivocó el rey. No tardó en quedar terminada la disposición de
la cueva, que constituyó al cabo un suntuoso palacio subterráneo. Se
mostró totalmente satisfecho el sabio, y se encerró durante tres
días, entregado en alma y vida al estudio. Salió, para presentarse de
nuevo ante el tesorero, pidiéndole:
-Una cosa más es necesaria, un ligero recreo para los intervalos de
la labor mental.
-¡Oh poderoso Ibrahim, cuanto tu soledad apetezca estoy dispuesto a
darte !¿Que deseas ahora?
-Desearía unas cuantas bailarinas.
-¡Bailarinas ! -lleno de asombro repitió como un eco el tesorero.
-Bailarinas -insistió gravemente el sabio-. Y jóvenes y hermosas,
para que la vista se goce en ellas, porque la presencia de la
juventud y de la hermosura alivia el ánimo. No es preciso que sean
muchas: con pocas basta, porque soy filósofo contentadizo y de
hábitos sencillos.
Mientras Ibrahim Ebn Abu Ayub pasaba de este modo sabiamente el
tiempo en su caverna, el pacífico Aben Habuz desarrollaba furiosas
campañas contra las figuras de su torre: gran gloria era para un
hombre valetudinario como él y de costumbres tranquilas disponer de
la guerra a placer y comodidad, barriendo desde la glorieta encantada
los ejércitos, más fácilmente que si hubiera tratado de librarse de
enjambres de moscardones. Se gozaba en esta diversión. y hasta
acuciaba a la batalla a sus vecinos insultándoles para que se
entregaran a incursiones; pero los continuos desastres que sufrían
les hicieron desesperar y no se aventuraron más en invadir los
territorios del viejo monarca. Meses transcurrieron en los cuales
descansó en paz y en quietud completa el jinete de bronce, con la
lanza elevada al aire; pero el insigne Aben Habuz, complacido al
principio, sintió después la nostalgia de su gloria y llegó a
demostrar impertinencia y malhumor ante la monótona tranquilidad que
gozaba.
Un día el jinete de bronce giró rápidamente y bajando la lanza apuntó
hacia las montañas de Guadix. Aben Habuz se apresuró a dirigirse a su
glorieta. Se sorprendió al ver que las figuras del tablero mágico que
había en aquella dirección permanecían inmóviles. Aturdido y
perplejo, mando que sus mejores tropas explorasen las montañas.
Volvieron al cabo de tres días.
- Hemos hecho -dijeron- un detenido reconocimiento sin ver un solo
yelmo ni una sola lanza. Lo único que hemos hallado en nuestra corre
ría ha sido una doncella cristiana, de asombrosa hermosura, que
dormía al lado de una fuente, reparando sus fuerzas sin duda, del
calor bochornoso del mediodía. Cautiva vuestra es, soberano señor.
-¡Una doncella de asombrosa belleza! - repuso Aben Habuz brillándole
los ojos -. Conducidla a mi presencia.
Le obedecieron al instante. Era, en verdad, mujer de sobresaliente
hermosura la cautiva. Estaba ataviada con el lujo y los adornos que
prevalecieron entre los hispanogóticos en los años de la conquista
árabe. Entretejidas en sus trenzas negras y relucientes, brillaban
blanquísimas perlas, y lucia en la frente joyas que rivalizaban con
el centelleo de su mirada. Le rodeaba el cuello una cadena de oro, de
la que colgaba una lira de plata que descansaba en su seno.
Los relámpagos que brotaban de los negros refulgentes ojos de la
cautiva actuaron como viva llama en el corazón, apagado, pero pronto
a enardecerse, de Aben Habuz, que sintió vacilantes sus sentidos ante
el vértigo de voluptuosidad que emanaba del porte de aquella
criatura.
- Mujer, la más hermosa entre todas las mujeres, ¿quién eres y qué
eres? -preguntó, transportado de arrobamiento.
-La hija de un príncipe godo que hace poco reinó en esta tierra. Las
tropas de mi padre han quedado destruidas como por arte de magia
entre esas montañas; y mientras él está derrotado y desterrado, su
hija sufre cautiverio.
En voz baja, dijo Ibrahim Ibn Ayub al rey:
-¡Guardaos, oh Aben Habuz, de esta mujer, que puede ser una de esas
hechiceras del norte de quienes tanto hemos oído hablar en nuestros
países, que adoptan las formas más seductoras para engañar a los
incautos! Me parece leer la brujería en su mirada y adivinar el arte
de los conjuros en sus movimientos. Indudablemente a este enemigo
señalaba el talismán.
-Hijo de Abu Ayub, eres un sabio, lo aseguro, y, por lo que he visto
un gran mago. Pero nada sabes de las mujeres. En este aspecto de la
vida no cederé en mis conocimientos ante hombre alguno, ¡ni ante el
propio Salomón el Sabio, a pesar del número de sus esposas y
concubinas ! En cuanto a esta doncella no creo que envuelva peligro
ni daño: su hermosura merece que se la admire, y mis ojos se deleiten
contemplándola.
- Escucha, ¡oh Rey! - indicó el astrólogo al soberano -. Os he
procurado gloriosas victorias por medio de mi talismán, y jamas he
participado en los gajes. Otorgadme, pues, esta cautiva perdida para
que su lira de plata me sirva de solaz en mis soledades. Y si
realmente es hechicera, poseo yo encantos tan poderosos que hacen
vanos sus hechizos.
-¡Más mujeres! ¿Qué pensáis? - se opuso, exaltado, Aben Habuz, a la
petición del astrólogo-. ¿No tenéis ya cuantas bailarinas deseásteis
para vuestro recreo y divertimiento?
- Bailarinas, vos lo decís, y es cierto ; pero cantarinas,¡ ninguna !
Y me gustaría oír una dulce voz que en armoniosas canciones levantara
mi ánimo del peso agobiador de las horas de estudio.
- Conceded tregua a vuestras insaciables peticiones de ermitaño
solitario - respondió el rey, mostrando inquietud -. Para mí he
elegido esta doncella, en quien veo placer y alegría, y tanto gozo y
tanto regalo como David, el padre del sabio Salomón, encontró en la
amistad de Abishag la Bienamada.
Insistió el astrólogo alegando nuevas razones, que provocaron
impaciencia y disgusto en el monarca, separándose los dos ancianos
enojados y displicentes.
Se encerró el sabio en su caverna para estar a solas con la
desilusión que le había ocasionado la negativa de Aben Habuz. Pero al
cabo se arrepintió: quiso avisar nuevamente al soberano y aconsejarle
que observara cautela y vigilancia sobre su peligrosa cautiva.
¿Pero acaso hay enamorado en la senectud que preste oídos a consejos?
Aben Habuz solo atendía al influjo de su pasión, y no perseguía otro
afán que hacerse agradable a los ojos de la bella cristiana: quería
compensar la juventud que no tenía con las riquezas que contaba en
abundancia, y cuando un viejo se enamora es verdaderamente generoso.
No hubo en el Zacatín de Granada sedas riquísimas ni perfumes
exquisitos, joyas valiosas ni adornos caprichosos que el monarca no
desplegara pródigo en torno de la cautiva: cuantos objetos raros y de
valor llegaban de Asia y Africa eran para ella. Se idearon para su
entretenimiento toda clase de espectáculos y diversiones: torneos,
lidias de toros, canciones, bailes. Granada fue entonces la ciudad
regocijada que no encontraba fin a las fiestas y las alegrías.
Pero la hermosa mujer en cuyo honor se hacía tanto alarde era
princesa y aceptaba semejante ostentación con aire acostumbrado a la
magnificencia: consideraba debidos a su rango, y más aún a su
hermosura, porque la hermosura exige que se le rinda mayor tributo
que el rango, los homenajes con que se pretendía exaltar su vanidad o
su amor propio; y además parecía entregarse a secreto placer
excitando a Aben Habuz a gastar grandes sumas de dinero, que deberían
ir agotando su tesoro, para luego recibir como cosa corriente los
costosos agasajos sin darles la menor importancia. Con toda su
asiduidad y su munificencia el venerable enamorado no podía jactarse
de haber impresionado el corazón de la princesa: jamás le humilló la
cautiva con un gesto despectivo, pero jamas, tampoco, le halagó con
una sonrisa. Cada vez que el rey la exponía su pasión, hacia ella
sonar la lira de plata, que producía místicos encantadores arpegios:
se apoderaba la indolencia del soberano, quedaba adormilado un
instante, hasta que se rendía a un sueño profundo, del que despertaba
vigorizado, aunque con el arrebato de pasión desaparecido. Sufría con
esto su galanteo, pero acompañaban a sus letargos sueños agradables,
que esclavizaban completamente los sentidos del anciano, y prefirió
continuar en esos sueños a pesar de que todo Granada se burlaba de su
ciego entontecimiento y censuraba duramente el oro que costaban los
melodiosos acordes de una lira de plata.
Se presentó inopinadamente a la seguridad del monarca un peligro, del
que el talismán de la glorieta no le avisó: estalló una insurrección
en su capital y rodeó su palacio una turba armada que amenazaba su
propia vida y la de su amor preciado. El corazón de Aben Habuz latió
con la fuerza de su espíritu guerrero de otros tiempos: hizo una
salida al frente de un puñado de sus más leales servidores, puso a
los armados en huida y no se lo pensó para aplastar la insurrección.
Restablecida la calma, llamó al astrólogo, que apuraba en su encierro
la copa amarga del resentimiento. En tono conciliador le habló Abe
Habuz :
-¡Oh sabio hijo de Abu Ayub, bien hicisteis en predecirme los
peligros que había de acarrearme esta hermosa cautiva! Decidme,
ahora, vos que tan certeramente adivináis las contrariedades, que he
de hacer para evitarlas.
-Alejad de vuestro lado la infiel cautiva, que es la causa de todo.
-¡Antes perdería mi reino ! -clamó el monarca.
-Es que os halláis en la difícil situación de perder la cautiva y el
reino, las dos cosas - hízole saber el sabio.
Angustiado, dijo el rey:
-No os mostréis inflexible ni colérico, ¡oh vos, el más recóndito de
los filósofos! Considerad la doble angustia de un soberano y de un
enamorado, y disponed los medios de ampararme contra los males que me
amenazan. No me importa la gloria, menos aún el poderío. Unicamente
ambiciono la dulzura del reposo: ¡ojalá hallara asilo aislado del
mundo, de todas sus galas y pompas y de todos sus honores y cuidados,
dedicado el tiempo que me quede de vida al sosiego y al amor!
Le miró el astrólogo a través de sus pobladas cejas, para decirle:
-¿Y que me daréis, en cambio, si os proporciono el retiro a que
aspiráis?
-Sois vos quien ha de pedir la recompensa: si está al alcance de mi
mano y dentro de la esfera en que se desenvuelve mi poderío, cuanto
deseéis será vuestro... Os lo aseguro lo mismo que mi alma vive.
-¿Sabes, oh Rey, la historia del jardín de Irem, uno de los portentos
de la Arabia feliz?
- De ese vergel algo he oído y algo sé. El Corán le dedica un
capítulo, que titula "El amanecer". Además labios de peregrinos que
han vuelto de la Meca me han contado maravillas de Irem. Pero todo lo
he considerado fábulas imaginadas por fantasías exuberantes, como son
los cuentos con que intentan entretenernos los viajeros que llegan de
países remotos y quieren impresionarnos con aventuras en que no han
tomado parte o con descripciones de lugares que en verdad no aciertan
a explicar.
-No echéis a mal, ¡oh Rey! los cuentos de los viajeros porque
envuelven conocimientos muy valiosos de los diversos confines de la
tierra. Sabed que casi todo lo que vulgarmente se refiere y se habla
del palacio y del jardín de Irem es cosa cierta: lo que he visto yo
con estos ojos míos. Oid mi aventura, y en ella encontraréis relación
con la petición que me hacéis. En mi pubertad, cuando no era yo más
que uno de tantos árabes del desierto, cuidaba los camellos de mi
padre. Al atravesar el desierto de Aden. se descarrió uno de ellos, y
lo perdí. En vano lo busqué días y días. Fatigado y sin fuerzas,
reposé mi cuerpo bajo una palmera, al lado de una fuentecilla, a la
hora del meridiano y quedé dormido. Al despertar, me hallé a las
puertas de una ciudad. Entré y recorrí sus grandes calles y plazas y
sus mercados, pero no vi un solo morador y encontré silenciosos todos
esos lugares. Seguí vagando por la ciudad, hasta que llegué a un
suntuoso palacio, con su jardín, adornado de fuentes y estanques, de
umbrías y flores y cargado de apetitosa fruta el huerto. ¡ Todavía ni
una sola alma ! Desanimado por la soledad tan singular, me apresuré a
partir de allí; y al llegar a la salida de la ciudad volví los ojos
para verla: ¡había desaparecido ! Lo único que divisé fue una
extensión ilimitada, el callado desierto. Anduve un poco y me crucé
con un anciano derviche, conocedor de las tradiciones y de los
secretos de aquellos parajes. Le conté lo que me acababa de ocurrir.
"Ese es - me explicó el derviche- el tan renombrado jardín de Irem,
una de las maravillas del desierto: sólo se aparece, de cuando en
cuando, a algún vagabundo como tú para alegrarle con la vista de sus
torres y de sus palacios, y de sus huertos llenos con el tesoro de
sus frutas, y desvanecerse en seguida, no dejando ver nada sino el
abandonado desierto. En tiempos antiquísimos, cuando los aditas
habitaban este país,el rey Sheddad, hijo de Ad, bisnieto de Noé,
fundó aquí una magnífica ciudad. Cuando la terminó y admiró su
esplendor, se le hinchó de orgullo y de arrogancia el corazón, y así
envanecido, determinó edificar un palacio real, rodeado de frondosos
vergeles que rivalizaran con cuanto dice el Corán del paraíso
celestial. Cayó sobre su engreimiento la maldición del cielo: Sheddad
y todos sus súbditos fueron barridos del haz de la tierra y puesta su
espléndida ciudad con el palacio y los jardines bajo hechizo perpetuo
que los oculta de los ojos de los humanos - excepto en intervalos
como la vista que tú has disfrutado- para castigo perdurable de
aquella soberbia".
Hizo una pausa Ibrahim, y en sosiego, pero ceremoniosamente, dijo por
su parte:
- Esta historia, ¡oh Rey!, y las maravillas que vi están siempre en
mi memoria. Después de muchos años, estando yo en Egipto y en
posesión del libro de los conocimientos de Salomón el Sabio,
determiné volver a visitar el jardín de Irem: lo encontré,
revelándose en toda su magnificencia a mis ojos. Tomé posesión del
palacio de Sheddad y pasé varios días en su fantástico paraíso
celestial. Los genios que custodian el lugar obedecieron mi poder
mágico y me descubrieron los hechizos a que ha quedado eternamente
conjurado el jardín y que lo hacen invisible. Para vos puedo hacer,
¡oh Rey!, otro palacio y otro jardín iguales, aquí sobre la montaña
que domina la ciudad. ¿ No soy dueño acaso, de los encantos ocultos?
¿No estoy en posesión del libro de la sabiduría de Salomón?
-¡ Oh sabio hijo de Abu Ayub! -pronunció con voz trémula por la
emoción, el soberano-. Eres, en verdad, un viajero y has visto y
aprendido cosas maravillosas. Procura en tu erudición un paraíso
semejante para mí, y pídeme en premio lo que quieras, no importa que
sea la mitad de mi reino.
- Bien sabéis, ¡oh Rey!, que soy un anciano y un filosofo que con
poco se satisface. Sólo os pido que se me entregue la primera bestia
con su carga que entre por el mágico portal del palacio que he de
construir.
Aceptó contento el soberano tan parca condición, y comenzó su tarea
el astrólogo.
En la cúspide de la montaña que se elevaba sobre sus aposentos
subterráneos, erigió Ibrahim una gran barbacana que conducía al
centro de una poderosa torre. Dispuso un pórtico exterior con un arco
elevado, y dentro el umbral, guardado por macizas puertas. En la
clave del dintel esculpió una llave enorme el sabio, y en la clave
también del pórtico exterior, que estaba más alta que aquélla, grabó
una mano gigantesca: poderosos talismanes los dos símbolos, ante los
cuales pronunció frases y sentencias en lengua desconocida.
Cuando quedó terminado este vestíbulo, se encerró en su gabinete
astrológico, entregado a encantamientos ocultos. Salió al tercer día
para subir a la montaña, y en la cima estuvo, hasta que a hora bien
avanzada de la noche, descendió, dirigiéndose a la presencia de Aben
Habuz, a quien dijo:
-¡Al fin, oh Rey! , he terminado mi labor. Sobre el ápice de la
montaña se yergue uno de los palacios más deleitosos ideados por la
fantasía humana y que mejor puede halagar los latidos del corazón:
encierra suntuosos salones y galerías, vergeles primorosos, fuentes
de purísima agua, baños fragantes. Toda la montaña, en una palabra,
ha quedado convertida en paraíso; y, lo mismo que el jardín de Irem,
lo protege un encanto poderoso y eficaz que lo esconde de la mirada y
de la ambición de los mortales, excepto de los que poseen el secreto
de sus maravillosos talismanes.
-¡Cracias y mercedes! - contestó, regocijado en triunfo, Aben Habuz-.
Con la luz del alba subiremos al palacio y nos posesionaremos de él.
El afortunado monarca apenas durmió aquella noche. No había asomado
los rayos solares por la blanca cumbre de Sierra Nevada, y ya montaba
Aben Habuz su corcel, acompañándole contados de su séquito, elegidos
expresamente por el, ascendiendo la estrecha pendiente que llevaba a
lo más alto. A su lado derecho, sobre. blanco palafrén, montaba la
princesa goda, engalanada de joyas y colgando de su cuello la lira de
plata. El astrólogo iba al costado izquierdo del soberano, a pie,
porque nunca cabalgó, apoyando los pasos en el báculo labrado de
jeroglíficos.
Aben Habuz mostraba ansias, que no lograba satisfacer, de ver el
refulgente palacio y las primorosas umbrías de sus jardines
extendiéndose a lo largo de las alturas: nada vislumbraba su afán. Le
dijo el astrólogo a una pregunta:
- Ese es precisamente el misterio y esa es la salvaguardia del lugar:
no divisarlo hasta que, cruzada su hechizada puerta. nos haya puesto
en posesión del palacio.
Cuando estaban ya en el pórtico, se detuvo Ibrahim y señaló al rey la
mano y la llave esculpidas en el arco.
-Estos son -recalcó- los talismanes que guardan la entrada de nuestro
paraíso: hasta que la mano no alcance la llave y de ella se apodere,
no habrá poder terrenal ni artificio mágico que prevalezca contra el
señor de esta montaña.
Mientras Aben Habuz contemplaba embobado y maravillado los dos
talismanes emblemáticos, fue adelantando el palafrén de la princesa
cristiana, que cruzó el pórtico y la adentró en los umbrales.
Exclamó todo jubiloso y radiante, el astrólogo:
-¡Oh, la recompensa que me tenéis prometida! Hela aquí: la primera
bestia con su carga que ha traspasado la mágica puerta.
Sonrió Aben Habuz ante lo que creía ironía del venerable sabio; pero
al verle anhelante por el premio, le dominó una cólera tal que se le
erizaron las barbas. Dijo, en tono duro:
-Hijo de Abu Ayub, ¿qué pretendes? Comprendes de sobra el significado
de mi promesa: la primera bestia de carga que penetrara por ese
portal. Hazte dueño de la mula más recia de mis establos, cárgala con
lo más preciado de mi tesoro, y cruce ese pórtico: tuya será, con
cuanto lleve. Pero no te atrevas a elevar tus aspiraciones hasta la
mujer que es la alegría de mi corazón.
-¿Para qué quiero yo las riquezas? - clamó desdeñosamente, el
astrólogo -. ¿Es que no soy dueño del libro de la erudición de
Salomón el Sabio, y por él tengo a mi disposición los más escondidos
tesoros de la tierra? Dada está vuestra real palabra: por derecho me
pertenece la princesa cristiana, y como mía la reclamo.
Miró altivamente la cautiva desde su palafrén, dibujando sus
sonrosados labios una sonrisa desdeñosa ante la ardiente disputa que
empeñaba aquella delirante senectud por la posesión de la gracia y de
la belleza juveniles.
Perdió toda prudencia el monarca. que rugió colérico:
-¡Hijo vil y ruin del desierto! Podrás dominar el encanto de muchos
artificios, pero no mi poderío: ¡no intentes burlar a tu señor y a tu
rey!
-¡Mi señor, mi rey! - repuso, mofándose, el astrólogo -. ¡ El
soberano de una maciza montaña reclamando imperio y autoridad sobre
el poseedor de los talismanes de Salomón! Bien te halles, Aben Habuz:
manda en tu despreciable reino y vive engañado entre las fingidas
esperanzas de que quieres rodearte como paraíso. Me gozaré en mi
retiro filosófico riéndome de tus necedades.
Diciendo esto, se apoderó de las bridas del palafrén, golpeó el suelo
con su cayado y se adentró con la princesa goda por el centro de la
barbacana. Se cerró la tierra tras el sabio, con la cautiva y su
caballo, como si los hubiera tragado, porque no quedó ni huella del
paraje que les sirvió de descenso.
Aben Habuz enmudeció de asombro. Repuesto, ordenó a mil cavadores que
no dieran paz al pico y a la azada ahondando el lugar por donde había
desaparecido el astrólogo. Vano fue el trabajo de aquellos hombres
que cavaban y cavaban. y no cesaban de cavar: el seno de pedernal de
la montaña resistía las herramientas y la energía humana; y cuando al
fin de dura fatiga lograron penetrar dos metros de roca, se cubrió de
nuevo la abertura más pronto de lo que había costado abrirla. Buscó
Aben Habuz en la falda de la montaña la boca de la cueva que dirigía
al palacio subterráneo del sabio:, fueron vanos también todos sus
deseos, porque no logro encontrarla: donde antes había estado
aparecía ahora sólida superficie de roca primaria.
Con la desaparición de Ibrahim Ebn Abu Ayub desapareció asimismo el
poder benéfico de sus talismanes. El caballero de bronce seguía fijo
a su caballo, pero tenía el rostro vuelto a la montaña, la lanza
apuntando al lugar por donde había desaparecido el astrólogo, como si
allí estuviese en acecho el enemigo más implacable del rey.
De vez en cuando subían débilmente del corazón de la montaña los
sones de armoniosa música unidos al suave tono de una voz femenina; y
un buen día llevó hasta Aben Habuz un montañés el cuento de que en la
noche anterior había descubierto una hendedura en la roca, y trepando
por ella logro ver una sala subterránea dentro de la cual reposaba
Ibrahim en magnifico diván, adormecido por la lira de plata de la
princesa cristiana, que parecía ejercer mágico influjo en los
sentidos del sabio.
Aben Habuz reanudó la búsqueda del astrólogo, esta vez valiéndose del
montañés como guía para las exploraciones. No logró desenterrar a su
rival: el hechizo de la mano y de la llave contrarrestó nuevamente
todo el poderío del hombre. En la cumbre de la montaña, el sitio del
palacio y del jardín prometidos continuaba en estéril desnudez; y
hasta el ameno campo florido que había ocultado de la vista como por
ensalmo, si es que no fue sólo fantasía de la calenturienta
imaginación de Ibrahim. Las gentes prefirieron pensar esto último, y
mientras unos dieron al lugar el apodo de "La locura del rey", otros
lo denominaron "El paraíso de los tontos".
Para mayor desventura de Aben Habuz, las vecindades que desafió y
menospreció y despojó a su placer cuando poseía el talismánico jinete
de bronce, al enterarse de que el anciano monarca ya no estaba
protegido por aquel mágico encantamiento, invadían constantemente los
territorios que antes les estuvieron vedados, haciendo que el resto
de la existencia del que pretendió ser el más pacífico de los
soberanos, se convirtiera en una urdimbre de revoluciones y de
inquietudes.
Murió, al fin Aben Habuz, y fue enterrado. Se han sucedido los siglos
y los acontecimientos. En la famosa montaña ha sido edificada la
Alhambra, que rememora en cierto grado los esplendores y las delicias
del fabuloso jardín del Irem. Se levanta aún en toda su integridad,
completa, la hechizada puerta, protegida sin duda por la mano y por
la llave misteriosas, y es hoy la Puerta de la Justicia, que sirve de
entrada principal al castillo.
Bajo ella dormita en su magnifico palacio subterráneo el venerable
astrólogo, arrullado en su diván por la lira de plata de la princesa
goda.
Los achacosos centinelas inválidos que allí montan guardia oyen a
veces estas melodías en las claras y serenas noches estivales y,
rindiéndose a su fuerza ensoñadora, cabecean en sus puestos. Tan
somnífero es el ambiente del lugar que no se libran de la indolencia
los que vigilan de día esta parte del castillo, a quienes puede verse
adormecidos en los bancos de piedra o bajo los árboles. En realidad,
no sería exagerado decir que ésta es la fortaleza militar que más
invita al sopor del mundo.
Esto durará - así lo afirma la leyenda- centuria tras centuria. La
princesa de la hermosura sin par será cautiva eterna del astrólogo, y
el astrólogo estará encadenado a la argentada lira de la princesa y
por sus dones adormecido, hoy, y mañana, y siempre, hasta que la
simbólica mano empuñe la fatal llave y se desvanezca entonces todo el
encanto de la hechizada montaña.
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martes, 23 de octubre de 2012
Quien fue El Conde de Saint Germain
El conde de Saint Germain (¿1696?-1784) fue un enigmático personaje, descrito como cortesano, aventurero, inventor, alquimista, pianista, violinista y compositor aficionado, conocido por ser una figura recurrente en varias historias de temática ocultista.
Algunas fuentes citan que, en realidad, el famoso sobrenombre francés proviene del latín Sanctus Germanus, es decir, Santo Hermano1 2 3 y, aunque no se sabe ni cuándo ni dónde nació, lo más probable es que fuera el 26 de mayo de 1696 en un castillo de los montes Cárpatos, hijo del último rey deTransilvania Francisco Rákóczi II y su primera esposa Teleky. A pesar de ello, su muerte está registrada el 27 de febrero de 1784 en Eckerförde (Prusia). Su historia está escrita en La muy santa trinosofía —más conocida cómo La santísima trinosofía—. Ese es el único libro que escribió; por lo tanto, los demás libros que se le atribuyen son apócrifos. Formó parte de la francmasonería. Aunque no fue contrario a la monarquía de Francia, los consejos que dio en esa corte para tratar de evitar la revolución, no fueron tenidos en cuenta.
El Maestro Saint Germain es el Avatar de la Nueva Era de Acuario y Director del Rayo Violeta Transmutador del Perdón y el Amor Compasivo. El recibe los títulos de ¨El Dios Libertad¨, ¨Avatar Acuarius¨, ¨El Rey de la Edad Dorada¨.
El 16 de agosto de 1930, El Maestro Saint Germain dio inicio a la Enseñanza de la Nueva Era al contactar a Guy Ballard -Godfre Ray King- en Mount Shasta, para dar por primera vez a la humanidad el conocimiento del ¨Yo Soy¨ y la Llama Violeta.
El primero de mayo de 1954, el Maestro Saint Germain fue coronado como El Rey de la Edad Dorada. Este hecho marcó el comienzo oficial de la Nueva Era.
De las obras del Maestro Saint Germain que se tiene plena seguridad de su autoría son:
The I'am Discursses (El Libro De Oro O Pláticas Del ¨Yo Soy¨)
Ascended Master Instruction (Instrucción De Un Maestro Ascendido)
Beloved Saint Germain´S Talk (El Maestro Saint Germain Habla)
I´Am Discursses To The Minute Men (Discursos Del ¨Yo Soy¨ Para Los Hombres Dispuestos)
Su Llave tonal se encuentra en el segundo movimiento del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo.
Su templo etérico esta en El Monte Avila, Caracas, Venezuela.
Algo más..
Muchísimo se ha escrito sobre el fabuloso, enigmático, misterioso, Conde Saint Germain, el “Hombre Maravilla” que llenó el escenario Europeo en los Siglos XVII y XVIII.
Los archivos oficiales, papeles de Estado y Asuntos Extranjeros de toda Europa, contienen copiosas menciones del “Conde”, y después de su desaparición surgieron numerosas novelas y “memorias”; las primeras inspiradas por el prodigioso personaje, entre las cuales se destacan como más famosas, “Zanoni” de Bulwer Lytton, “El Conde de Montecristo” de Dumas padre y “La Pimpinela Escarlata” de la Baronesa Orczy.
Al Conde lo rodeaban dos corrientes. Una de celos y envidia porque gozaba de la confianza y la admiración de reyes, sabios y estadistas más destacados de Europa. La otra corriente, de profundo respeto y afecto en la cual participaban las órdenes esotéricas, las sociedades secretas y las sectas ocultistas de todas partes.
La primera corriente procuraba hundirlo, encarcelarlo y desterrarlo a donde fuera llegando, Tildándolo de traidor cuando más, de charlatán cuando menos, sin embargo jamás fue sorprendido en la más leve traición a la confianza que era depositada en él, ni sus “grandes riquezas” fueron jamás extraídas de aquellos con quien establecía contacto.
Todo esfuerzo para investigar la fuente de sus recursos, resultó infructuoso. No utilizaba ni bancos ni banqueros. Sin embargo, se movía en una esfera de crédito ilimitado, que jamás fue puesto en dudas por otros, ni abusado por él mismo.
Los intentos de apresarlo fracasaron siempre. El Conde se deslizaba y desaparecía misteriosamente, para reaparecer de inmediato en un país diferente.
Los escritos que surgieron más tarde, y que aún existen, no logran explicar una sola palabra de los enigmas y misterios tocantes al Conde ya que todo está basado en conjeturas, suposiciones, opiniones de la conciencia humana, sin un ápice de conocimientos esotéricos o espirituales.
La verdad sencilla respecto al Conde Saint Germain es que era un Iluminado, un Adepto, un Enviado Especial de la Jerarquía Blanca para cumplir múltiples misiones con numerosísimas obligaciones.
La historia repite a ciegas que nació el 26 de mayo de 1696, hijo del último soberano de Transilvania, Ferenez II Rakoczi y la Princesa Carlota Amadea de Hesse Rheinfels, en el castillo Rakoczi en los Montes Cárpatos.
Perseguido por Carlos VI, quien lo destronó, Ferenez II quiso proteger a su hijo el Príncipe Rakoczi, y después de haber hecho circular la falsa noticia de la muerte del pequeño, lo envió a sus dependencias de Florencia, al cuidado de Gian Gastone, el último de los Médicis.
El Príncipe era un mozo muy inteligente y adelantado espiritualmente. A los catorce años se destacó en el movimiento franc-masónico italiano, durante el tiempo en que seguía estudios en la Universidad de Siena.
Su padre era un patriota muy querido por su pueblo. Fue desterrado en Rodostó, Turquía, donde fue rodeado por una pequeña Corte hasta que murió en 1735. El Príncipe acudió al lecho de muerte de su padre, y luego fue enviado por el Sultán en misión diplomática a Transilvania.
Poco se sabe sobre el Príncipe durante esos años. La historia húngara no la trata con simpatía cuando lo llama “hijo de una alemana, que nunca vivió en Hungría, que creció alejado de la tradición Rakoczi, como un extraño en el pueblo de su padre”, y en ese mismo año acusa (por segunda vez) su “muerte temprana”.
Es importante que el estudiante se percate bien de todas las aparentes contradicciones, para que vaya absorbiendo lo que la evidencia sugiere.
A pesar de que se manifestaba un muchacho adelantado espiritualmente, el Príncipe jamás dio ninguna prueba de las facultades que más tarde desplegó. Sin embargo, en el año 35, a la muerte de su padre, cuando lo iba a reclamar el pueblo y la Corte de Hungría, comienzan ciertos manejos extraños, que pronto iban a dar que hablar, y sin explicación posible para los testigos, por ejemplo: En los mismos momentos en que muere Ferencz II, su hijo, el Príncipe Rakoczi es visto en Holanda, estableciendo contacto con Sir Loane, Rosacruz prominente y Presidente de la Royal Society de Londres. Cuando el Sultán lo está utilizando en Turquía, el Príncipe es huésped del Shah de Persia. El Príncipe “muere” históricamente, públicamente, un año después de su padre, cuando los acontecimientos lo iban tal vez a atar a una vida oficial en Hungría, y apenas “muere” en Turquía, o en Transilvania, aparece en Escocia donde vive misteriosamente hasta el año 1745. De allí se traslada a Alemania y Austria con misiones industriales, de donde sale a estudiar alquimia en la India. No vuelve a aparecer hasta el año 58, donde establece contacto con el mariscal Belle Isle del ejército francés, pero en todos estos años ha actuado bajo los nombres de: Marqués de Montferrat, Conde Bellamare, Caballero Schoenig, Caballero Weldon, Monsieur de Surmont y Conde Soltikoff. Ha llegado el momento de comenzar su misión en París y se da a conocer por el Mariscal Belle Isle con el nombre de CONDE DE SAINT GERMAIN.
El mariscal Belle Isle lo lleva a París, lo presenta a madame de Pompadour, quien a su vez lo presenta al Rey de Francia, y comienza a desplegarse la magia desconcertante del Conde Saint Germain; desaparece para siempre el Príncipe Rakoczi, aunque la historia dice que para justificar su noble alcurnia ante el Rey, le dijo en secreto su nacimiento y procedencia, lo cual fue de inmediato aceptado por Su Majestad.
Habiendo nacido el Príncipe Rakoczi en el año 1696, cuando en 1758 llegó a París contaba sesenta y dos años. Sin embargo, representaba sólo treinta años de edad.
El mundo veía en él un joven y noble señor de modales exquisitos, de gran dignidad, de impecable cortesía. Su porte era militar, delgado y de mediana estatura. Su cuerpo era asombrosamente bien formado. Sus manos delicadas, sus pies pequeños, sus movimientos elegantes, su cabello era oscuro y fino, sus ojos pardos. Una de sus biógrafas, la condesa d´Adhemar, no se cansaba de ponderar “¡Qué ojos! ¡Jamás los he visto iguales!
Todo en él lo revelaba perteneciente a una muy antigua y noble familia. Vestía sobriamente, de corte impecable y de las mejores telas. Siempre llevaba medias de finísima seda.
Por la magnificencia de sus joyas, se le juzgaba inmensamente rico, se rumoraba el crédito ilimitado de que gozaba en todos los bancos del mundo, y se cuchicheaba el lujo fastuoso en que vivía. Se aseguraba que ostentaba dos valets de pie y cuatro lacayos uniformados en color tabaco con galones de oro. Se comentaba su gran colección de casacas que cambiaba a menudo, y hacían eco sus botones, yuntas, relojes, sortijas, cadenas; se citaba un ópalo monstruoso y un extraordinario zafiro blanco del tamaño de un huevo, lo mismo que la variedad de sus diamantes, el tamaño, color y perfección de cada uno. Sin embargo, cosa extraña, nadie podía jamás jactarse de haber sido recibido en la casa del Conde. Frecuentaba las fiestas pero jamás lo vio nadie comer ni beber.
El Conde Saint Germain presentaba la invariable compostura, la conducta, el refinamiento y la cultura que caracteriza a los nobles de rango y educación. Todo esto unido a una fascinante conversación, una versatilidad para cambiar de tono y tema, que lo hacían siempre refrescante, inesperado e inagotable. Daba la impresión de haber viajado por el mundo entero y, sobre todo, de haber asistido personalmente a todo cuanto ha existido en nuestro planeta.
El Conde era, sin duda, un acabado diplomático, un genio artístico, un excelente músico y compositor, que ejecutaba al piano con maestría, que en el violín rivalizaba con Paganini, que cantaba con una lindísima voz de barítono, que pintaba y esculpía como los muy grandes, y que, al parecer, vivía eternamente, ya que por admisión propia su descubrimiento de un líquido especial lo había mantenido vivo durante dos mil años.
En Londres, en la casa Walsh de Catherine Street, en el año 1740, el conde publicó varias composiciones. Conocemos sólo una, un aria de su pequeña Ópera “L´Inconstanza Delusa” (La Pérfida Inconstancia), compuesta en el estilo rococó del Siglo XVIII, muy bonito, muy florido. Al final damos la dirección donde se puede encargar el disco de esta pieza, que tiene además el atractivo – y la corroboración – de comenzar con las notas tonales del Adepto, Maestro Ascendido Saint Germain, DO-FA, de la Quinta octava del teclado.
Vamos a aclarar de una vez la razón del nombre que escogió este Adepto, para figurar en aquella Misión. Por supuesto, no cabe duda alguna de que para que un hombre inteligente pudiera introducirse en la Corte más brillante de Europa, le era indispensable un bonito nombre y título nobiliario, francés con preferencia, y auténtico. Esto último tenía que ser a prueba de investigaciones. Corre el dato de que los dominios de Ferencz Rakoczi en Italia se llamaban “de San German”. No podemos asegurarlo, ni tampoco comprobarlo, pero algo de eso hay sin duda, ya que los Maestros, teniendo el privilegio de mirar desde el pasado más remoto hasta personalmente, lo hacen ya equipados con toda la preparación necesaria. Su tarjeta de visita tenía que abrirle desde las puertas soberanas de las Cortes, hasta las más herméticas de las organizaciones espirituales, que tienen “Ojos para ver y Oídos para Escuchar”.
Ya hemos visto cómo entraba y salía...
COMES SANCTUS GERMANITAS
Habla en el idioma esotérico de todas las sectas. O sea que, COMES COMITO, o COMITOR es un alto grado franc-masónico. SANCTUS le habla a las religiones cristianas, y GERMANITAS, o fraternidad, es la consigna de todos los ocultistas.
Al introducirse en la masonería francesa, donde inició a Diderot, anunció que era “el más antiguo de todos los masones”. Por no decir que había sido el propio fundador de la Orden.
El Maestro Saint Germain no tuvo necesidad de elegir otro nombre para continuar en sus misiones para los humanos, ya que paulatinamente ese nombre se iba transformando de acuerdo con el cambio de las conciencias espirituales, de “MIEMBRO DE LA FRATERNIDAD BLANCA”, a “HERMANO MAYOR”.
No estamos suponiendo o inventando cuando dejamos sentado que el Príncipe Rakoczi y el Conde Saint Germain eran una misma persona. La comprobación la dieron los Maestros cuando, al través de la Sociedad Teosófica, fundada por los Maestros Morya y Kuthumí, vino la siguiente comunicación por boca de EL TIBETANO, Adepto de la HERMANDAD BLANCA, casi un siglo después de la “muerte” del Conde Saint Germain:
“El Maestro que se ocupa especialmente del futuro desarrollo de Europa, y despliegue mental de América, es el Maestro Rakoczi. Es húngaro y tiene su morada en los montes Cárpatos, habiendo sido en un momento dado una figura muy conocida en la corte húngara... También se ocuparon mucho de él cuando fue el Conde de Saint Germain. En la Logia de la Fraternidad Blanca se le llama usualmente “El Conde”, y en América actúa como Administrador General en los planes de los Hermanos Mayores, puede decirse que actúa como encargado de llevar a la práctica, en el plano físico, los planes del Cristo”.
Para todo el que sepa leer entre líneas, esta comunicación habla claro; pero como estamos para aclarar enigmas haremos notar: “el despliegue mental de América” se refiere al Principio de Mentalismo, que aunque fue dado por Hermes Trismegisto, no se le dio la importancia capital que encierra, hasta que Mary Baker Eddy, fundadora de Chistian Science comenzó a divulgarlo. Ella fue el anuncio de la Era venidera, Era de la mujer, a fines del Siglo XIX, exponente del Principio Mental que rige en esta Era.
La comunicación habla del Maestro Rakozci en tiempo presente; y presente en el planeta, a pesar de que históricamente había “muerto”. Dice textualmente: “El Maestro que se ocupa... es”. También dice “es húngaro y tiene su morada en los Cárpatos”. Que “habiendo sido, en un momento dado, figura muy conocida en la corte húngara”, de hecho admite que al mismo tiempo fue “el Conde de Saint Germain”, y agrega: “de quien se ocuparon mucho”.
La esencia de la comunicación afirma que al Príncipe Rakoczi se le llamaba en la Fraternidad Blanca “el Conde”, fundiendo sin disimulos a las dos entidades. Luego admite que “El Conde” es el instrumento de la Hueste Ascendida en el continente americano, y finalmente deja entrever lo que para la fecha de la comunicación no se había divulgado aún, que el Maestro Saint Germain iba a ser el Avatar de esta Era de Acuario, trayendo “a la práctica en el plano físico”, o sea manifestándose el Cristo de la Era, como se manifestó en la Era inmediata anterior, el Maestro Jesús.
Los Adeptos no tienen necesidad alguna de reencarnar para poder circular en la Tierra y entre los hombres. Si es que tienen que entrar en nuestra atmósfera por un tiempo corto, hacen denso el cuerpo etérico y por consiguiente visible a nuestros ojos físicos, o si es que tienen que cumplir una misión de larga duración, digamos de unos meses o unos años, ocupan un “cuerpo prestado”, lo cual requiere el gasto de mucho menos energía que el sistema anterior.
Es totalmente impráctico renacer de un vientre de mujer, volviendo con la conciencia envuelta y sin memoria, además de tener que esperar tantos años para alcanzar la edad adulta y poder cumplir una misión de altura. La Transfiguración, o sea la ocupación de un cuerpo prestado, es el transplante de un espíritu, o ego, en el cuerpo de un Iniciado que esté dispuesto a ceder su cuerpo, en vida, o en el momento de morir.
Este cuerpo ha de ser absolutamente sano y el ego que lo habita tiene que ser adelantado, ya que las altas vibraciones del Espíritu que lo ocupará son muy fuertes. El transplante se hace gradualmente. Es de suponer que el Maestro ocupó el cuerpo del Príncipe Rakoczi en aquellos momentos en que se le declaró “muerto”. Es posible que así le haya aparentado a los que lo rodeaban. Nada de extraño tendría que el Maestro hubiera fingido morir, ya que sabemos de otras dos ocasiones en que así lo hizo.
El Adepto que ocupa un “cuerpo prestado” tiene todo el poder para reformar la estructura atómica de ese cuerpo, de manera de adaptarlo a sus propias necesidades. Por esa razón el Conde Saint Germain no tenía necesidad alguna de comer, ni beber, ya que disponía de la Sustancia Universal, que obedece instantánea e incondicionalmente las órdenes de un Maestro.
El propio Maestro Saint Germain ha admitido haber ocupado unos cuarenta cuerpos prestados en diferentes ocasiones y por diferentes propósitos o misiones en la Tierra. Sabemos que uno de éstos fue el cuerpo de San José, esposo de María Virgen. Misión más delicada y misteriosa no ha habido nunca que sepamos ¡Después de dos mil y pico de años, aún se ignora la completa verdad!
Otra ocupación de cuerpo prestado fue la del Almirante Cristóbal Colón, destinado a encontrar, sin perderse ni naufragar, el “Nuevo Mundo” anunciado por el Maestro Jesús, donde debían desarrollarse tantas nuevas dimensiones y conciencias. Sabemos por un antepasado de esta autora, íntimo amigo y compañero de viajes de Colón, que eran ocultistas los dos, lo cual da margen para deducir que poseían los dos un grado avanzado de conocimientos y que Colón podía muy bien haber prestado su cuerpo al Adepto que lo llevó al éxito en sus viajes, al mismo tiempo que cumplía los planes de la Jerarquía Blanca, como atestiguan los archivos planetarios del Royal Tetón de Norteamérica y Machu Pichu en Sudamérica.
Una tercera ocupación parece haber sido la del Libertador Simón Bolívar, ya que las actuaciones del Maestro Saint Germain siempre han sido en pro de la liberación de humanos, de naciones, de ideas, y de almas. Esta hazaña de Bolívar, con toda la gloria y la importancia que se le da y que merece, no ha sido aceptada en toda su magnitud. Escalar los picos nevados de la Cordillera de Los Andes, sin caminos, libertar sin armas ni soldados de escuela, fueron una serie de milagros característicos del “Conde” Saint Germain, y del Maestro Saint Germain.
Asombraba a todo el mundo la memoria extraordinaria del Conde Saint Germain. Repetía páginas enteras después de una sola Ojeada. Hablaba sin acento alguno el alemán, el inglés, el italiano, el portugués, el español, el francés, el griego, el latín, el árabe, el chino, el hebreo, el caldeo, el sirio, el sánscrito, muchos dialectos orientales, y leía el cuneiforme babilónico y los jeroglíficos egipcios, todos con absoluta maestría.
El Conde era ambidextro. Podía escribir con ambas manos a la vez. Las dos mitades de su cerebro eran independientes, ya que con una mano podía escribir un soneto, y con la otra una carta de amor.
Aunque jamás hizo alarde de sus poderes ocultos, el Conde actuaba expontáneamente como un Mago Blanco, un Cabalista, un Hermetista, un Alquimista, un Iluminista, un Templario, un Gnóstico, un Francmason y un Rosacruz. Era clarividente, claroaudiente, viajaba astralmente, etéricamente, cósmicamente. A veces no se le veía en tres días. Entraba en un trance profundo sin despertar. Esto podía ocurrirle en casa ajena o en la suya propia. El historiador vienés, Franz Graeffer relata que un día, en medio de una conversación con el Conde, de pronto lo vio ponerse serio, rígido como una estatua, sus ojos usualmente tan expresivos, se hicieron incoloros y sin vida. Al rato se reanimó, su puso de pie y haciendo un gesto de despedida con la mano exclamó en alemán “Ich cheide” (me voy), “me verán una vez más, mañana. Se me necesita en Constantinopla, luego en Inglaterra. Por ahora tengo que ir a preparar dos inventos que verán en el próximo siglo. Un barco y un tren”.
Tenía el hábito desconcertante de entrar en la cámara del Rey sin recurrir a las puertas. Simplemente aparecía y desaparecía sin disimular su facultad.
En las reuniones amenizaba relatando detalles de sus conexiones con Cleopatra, con Jesucristo, con la Reina de Saba, con Santa Isabel, con las Cortes de los Valois, con Santa Ana, con la antigua Roma, con Rusia, Turquía, Austria, China, Japón, La India. Tan pronto imitaba a Francisco I como revelaba altos secretos de Luis XIV, y de todo hablaba con mayor aplomo del que desplegaría el propio Encargado de Negocios de cada personaje.
En una ocasión en que relataba un episodio muy remoto, se detuvo con un pequeño aire de confusión y le dijo a su valet de pie: “Fue así el asunto, ¿no, Roger?” y Roger respondió: “El Señor Conde olvida que yo sólo tengo cuatrocientos años con Él. Eso ha debido ocurrir en tiempos de mi predecesor”. Por lo cual preguntamos aquí: ¿en dónde coloca, a Roger, con respecto a la teoría del nacimiento en el Castillo de Rakoczi?
Por supuesto que todos estos prodigios son catalogados por la humanidad corriente en términos de “Magia”, Blanca o Negra, según sea buena o mala. Pero como todo tiene una explicación perfectamente natural, y los seres humanos heredamos el mismo derecho legado por el Padre, Divino Creador nuestro, será bueno que se aclare el misterio de cada uno de los anteriores enigmas.
Cuando el ser humano alcanza su última encarnación en la Tierra, se dice que es Candidato para la Ascensión. La Ascensión ocurre porque la persona se ha desprendido de todas las ataduras con el planeta Tierra y con sus familiares; y al lograr limpiarse de toda la energía negativa, va llenando sus células de luz. Llega el momento en que la Magna Presencia YO SOY lo atrae hacia Ella y lo extrae de la Tierra: se ha vencido la gravedad de la Tierra. En ese momento el individuo tiene la oportunidad de escoger la Gloria o continuar ayudando a sus hermanos humanos. Es el momento en que el subconsciente vacía su contenido y el ego recuerda todas sus encarnaciones pasadas, sin sufrir molestia alguna. Además recupera todas sus habilidades adquiridas y todos los idiomas que habló a todo lo largo de su corriente de vida. Puede disponer de sus “Tesoros en el Cielo”, o sea de todo lo que contiene su Cuerpo Causal. Pero si el ego prefiere ascender a Gloria, debe entregar todo lo acumulado para bien de la humanidad.
La “Memoria Extraordinaria” no es, pues, sino la facultad natural de mirar hacia atrás y leer como en un libro, o ver como una película, lo que venga en gana en el pasado, sin el velo de Maya.
El ser ambidextro no es otra cosa que el haber sido “zurdo” en otras vidas. Es una habilidad adquirida y por lo tanto el individuo puede escribir con ambas manos.
La facultad de aparecer y desaparecer sin recurrir a las puertas, es condición de los cuerpos astral y etérico. El saber proyectarlos fuera del cuerpo físico se puede lograr con estudio y práctica. En vida del cuerpo físico éste se deja dormido en un lecho mientras se “viaja”. Ayuda mucho el saber primeramente, que al sólo pensar en un lugar o en una persona, se está allí o con ella.
En cuanto a Roger, es tal vez la prueba más consistente de que ambos estaban ocupando cuerpos prestados en aquel siglo. Roger manifestaba ser pupilo, iniciado y servidor inseparable del Maestro.
El Landgrave Carlos de Hesse-Cassel, Duque de Schleswig, emparentado con el Príncipe Rakoczi por la madre de éste, la Princesa de Hesse Rheinfels, era un ocultista muy adelantado, íntimo amigo del Conde y tal vez el único que conocía toda la verdad respecto a Él.
La muerte del Conde Saint Germain en el Castillo del Duque Carlos, en Eckernfoerde, en Suecia, el 27 de Febrero de 1784, es tan falsa como su nacimiento en Transilvania; pero no era la primera vez que el Maestro desaparecía de la circulación sin dejar tumba ni lápida, como veremos más adelante.
Por algo dijo Voltaire en una carta a Federico El Grande: “El Conde Saint Germain es el hombre que nunca muere y que todo lo sabe”.
El Duque Carlos quemó todos los papeles del Conde después que éste desapareció, quedando únicamente el manuscrito de la MUY SANTA TRINOSOFÍA, único libro que dejó escrito el Conde Saint Germain.
Intrigada, Mme. Blavatzki, dos siglos después, hizo un comentario en la Sociedad Teosófica:
“¿No es absurdo que un hombre de la notoriedad de Saint Germain haya sido enterrado sin pompa ni ceremonia, sin supervisión oficial, sin el registro policial que siempre interviene en los funerales de los hombres de rango? ¿Dónde están estos datos? ¡No existe ni un papel que los contenga!”
Añádase a esta negativa, que el Conde ha sido visto muchas veces después del año 1784: En una conferencia privada muy importante con la Reina Catalina de Rusia, en el año 1785; se le apareció a la Princesa Lamballe momentos antes de ser decapitada; se le apareció a Jeanne Dubarry, la amante del Rey, también en los momentos que esperaba en el patíbulo, en los días del Terror de 1793; que el Conde de Chalons dijo haber conversado con Saint Germain en 1788, en la plaza San Marcos en Venecia, la noche antes que él partiera a Francia.
En el siglo presente, por los años 1920, el obispo Leadbeater de la Iglesia Católica Liberal, paseando en Roma se encontró con el Maestro Saint Germain, vestido como cualquier caballero italiano y conversaron por más de una hora en el Pincio.
En los libros de la SAINT GERMAIN FOUNDATION, titulados “Misterios Develados” y “La Mágica Presencia”, hay múltiples ocasiones en que el Maestro apareció, desapareció, convivió, conversó y enseñó a los altos personajes de la mencionada fundación.
Hasta hace poco, muchas videntes aseguran haber visto al Maestro Saint Germain en sus visiones psíquicas; pero hace algún tiempo que nadie lo ha vuelto a ver. Esto es porque le fue ofrecida una nueva Ascensión a un plano Mayor, donde goza de mucho más libertad para sus funciones de Avatar de la Era. Sin embargo, el Señor Maha Chohán dijo en una comunicación muy reciente, que al Maestro le hace falta el contacto con la parte física que antes tenía.
La Llama Violeta, que antiguamente era desconocida, ahora forma parte de nuestra enseñanza porque el Maestro la ha traído como regalo suyo al Planeta Tierra. Esta llama era exclusivamente aplicada a los Egos que estaban a punto de ascender, o sea en los Retiros Espirituales.
RE-ENCARNACIONES DE SAINT GERMAIN ENTRE LOS AÑOS 303 Y 1561
Saint Albans, Primer Mártir Inglés. Se ignora el nacimiento. Murió en 303.
Proclus, Neo-Platonista, nació en 410, murió en 485.
Robertus el Monje, indeciso, entre los años 1156... 1211.
Roger Bacon, el Monje Médico, nació en 1214, murió en 1294.
Christian Rosenkreutz, Fundador de la Orden Rosa Cruz, nació en 1378, murió en 1484.
Francis Bacon, Político, Filósofo, Escritor Inglés, nació en 1561, última encarnación antes de aparecer como el Príncipe Racokzi; al parecer no murió. Se dice que su tumba está vacía.
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domingo, 23 de septiembre de 2012
Baño para la suerte...
Ingredientes... RUDA,HOJAS DE PARAISO,MALVA,HOJAS DE PINO,ROMERO,LAUREL Y LAVANDA
Preparación ...
Mezcle todos los ingredientes y después de un baño normal con una jabon azul o de coco, use la mezcla como despojo.
después con mucha fé, encienda tres velas de colores amarillo, verda y blanco en forma de triángulo, ofreciéndosela a la constelación espiritual.
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lunes, 23 de julio de 2012
ORACION Para atraer a los ángeles
Ángel nuestro, protector y aliado,
recoge y transforma nuestros pensamientos de amor.
Abre las puertas entre tu mundo de luz
y nuestro mundo de niebla.
Guía nuestros pasos sobre el puente que nos une
y que el puente sea ancho y seguro.
Acerca a nosotros tus Hermanos
para que escuchen nuestra llamada.
Aleja las nieblas de la materia
para que vea nuestro intento de amor
y nuestro corazón puro.
Dejad abierta las puertas para que invocándolos podamos sentirnos cerca.
Con vuestra ayuda
nos sea dado proteger, consolar, curar.
Nos sea dado ayudar a quien sufre
en el cuerpo y en el espíritu.
Vuestra guía extienda nuestros conocimientos
pues conocer es SERVIR.
Así sea y será.
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martes, 10 de julio de 2012
Feng Shui para el Cuarto de Baño.
El baño es un espacio de purificación, y si comparamos a la casa con un organismo, el cuarto de baño es análogo al riñón. El estado de un cuarto de baño suele reflejar la capacidad para cuidadarse y quererse a uno mismol. Muchos autores consideran al cuarto de baño como un elemento negativo, que “drena”las energías del hogar. Sin embargo, hay grandes diferencias entre los baños actuales y los baños de la China medieval. Hoy podemos considerar al baño como un lugar de purificación y también de placer, donde a través de los cuidados que prodigamos a nuestro cuerpo expresamos nuestra autoestima. No obstante la posición del baño dentro del plano de la casa es bastante crítica. La puerta del baño no debería estar cerca de la cocina, ni ser visible desde el comedor o el estar. Sólo mediante un análisis detallado de las energías de una vivienda es posible determinar la mejor posición del baño, pero en todo caso las siguientes recomendaciones serán de utilidad: La sensación del baño debe ser de intimidad y seguridad. Debe ser simple y no demasiado grande. La bañera no debería estar cerca de una ventana grande, aunque sí es favorable una ventana al exterior. Puertas y ventanas deben cerrar perfectamente. Todos los grifos deben encontrarse en buen estado. Es ideal que el área de toilet esté separada de la bañera, al menos por una cortina. Eliminemos del cuarto de baño todo lo que no tenga que ver con el aseo personal. Evitemos utilizarlo de tendedero de ropa. Evitemos también que queden a la vista frascos de medicamentos: que queden expuestos sólo los frascos más bellos y las toallas secas. Proveamos al cuarto de baño de fragancias naturales, evitando los perfumes artificiales de aerosol. Si el baño recibe luz natural, la presencia de plantas en el cuarto de baño contribuye al equilibrio de los Elementos. Señales de alarma en un baño: Desorden, toallas tiradas en el piso. Falta de accesorios para sostener el jabón o el papel higiénico. Falta de objetos decorativos. Falta de cortina o mampara en la ducha. Más de dos espejos o dos paredes espejadas
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