“Que el Espíritu Santo venga hasta este humilde hogar, visite y llene de la Gracia Divina a todos los corazones y las almas que el Señor creó.
Te ruego que en mi alma permanezcas, Espíritu Infinito, Santa Trinidad, Divinidad de los cielos, Preciosa promesa de salvación y amor.
Espíritu y don de Dios Eterno, eres la unción espiritual, el bálsamo de todos los males que nos acontecen.
Por la mano de Dios te envía, te guía, y llegas hasta nosotros con el Poder para socorrernos y protegernos.
Con esta oración pongo a tu resguardo mi ser y corazón, para que con tu perpetuo auxilio nos salves de males todos. Así, por tu invencible fuerza evitas que lo maligno nos toque.
Gracias, oh Espíritu de Dios.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Amén”.