Los primeros astrólogos surgieron en Mesopotamia. Los sacerdotes a quienes se les atribuía la capacidad de entrar en comunicación con los dioses de las sociedades agrarias, como serían el Sol, la Luna y Venus, fueron los primeros gobernantes. Estos sacerdotes-gobernantes, además amasaron grandes fortunas y tuvieron muchos empleados en el servicio del templo.
Se afirma que durante la dinastía neobabilónica había en el templo de Marduk varios miles de servidores.A los sacerdotes baru se les puede considerar como los primeros astrólogos y estaban al servicio de las clases dominantes. Se encargaban de interpretar sueños y presagios, sobre todo a través de los eclipses de Luna. Estos sacerdotes acompañaban al rey en sus batallas y determinaban los días favorables y desfavorables para iniciar las guerras.
También hacían predicciones, como un método empleado por los políticos para actuar con sabiduría y conservar el poder.
Uno de los más antiguos textos astrológicos, escrito aproximadamente en el año 2300 a.C., procede del viejo periodo babilónico. En general los textos astrológicos se referían a predicciones del clima, la cosecha, las hambrunas, periodos de paz y guerra y sobre todo, el destino del rey. He aquí un ejemplo de este tipo de predicciones asentado por J.V. Stewart.
“Si el cielo es obscuro (en el primer día), el año será malo”
“Si el viento del norte sopla en el cielo antes de la Luna nueva, el maíz crecerá abundantemente”.
En la biblioteca de Asurbanipal (669-630 a. C.) en Nínive, se encontraron infinidad de reportes de carácter astrológico, correspondientes a varios siglos y designados como Enuma Anu Enlil. En gran medida, el conocimento que se tiene de la forma en que se desarrollaron la Astronomía y la Astrología, procede del material existente en esta biblioteca.
Cidenas, aproximadamente en el año 34º a. C., fue un astrónomo y astrólogo babilónico que vivía al sur de Bagdad. Hizo los primeros mapas de los ciclos lunares y el periodo de la eclíptica, señalando la derivación de la precisión de los equinoccios.
Posteriormente, Berosus, cerca del año 275 a.C., fundó una escuela de Astrología y Astronomía que sirvió como base del conocimiento obtenido posteriormente por los griegos.
Es hasta el siglo XIII a.C., cuando comienzan a aparecer los horóscopos individuales hititas, los cuales partían del mes de nacimiento. Estos textos astrológicos se basaron en las predicciones babilónicas y formulaban augurios personales conforme al mes de nacimiento.
La astrología es un conjunto de creencias que pretende conocer y predecir el destino de las personas, y con ese conocimiento pronosticar los sucesos futuros. Supone el llegar a ese conocimiento mediante la observación de la posición y el movimiento de los astros. Las personas que practican la astrología sostienen que las posiciones de estos ejercen influencia o tienen correlación con los rasgos de la personalidad de la gente, los sucesos importantes de sus vidas, e incluso sus características físicas.
La astrología es una ciencia que consiste en interpretar los movimientos de los planetas en el cosmos y relacionarlos con los acontecimientos terrenales.
El momento exacto del nacimiento de una persona, o formación de una entidad, está influenciada por el lugar que ocupan los planetas en ese mismo instante. Este influjo definirá las características de la personalidad, que llevarán a actuar de una u otra manera, marcando el curso del destino.
El término “horóscopo” deriva de la palabra hora, que es lo que determinará el signo, ascendente y planeta que lo rige.
En astrología, se utiliza el sistema geocéntrico, es decir, se estima que los planetas giran alrededor de la Tierra.
Esta convención viene de tiempos remotos. La astrología fue base y fundamento de la astronomía, que se ocupa del estudio de la composición física, distancia y posición de todo lo que está compuesto el Universo: estrellas, constelaciones y otros.
El horóscopo solar se basa en el principio del orden que la Naturaleza impuso sobre la Tierra.
El ritmo exacto que tiene cada especie -la gestación, germinación, florecimiento y madurez-, se corresponde con los movimientos que efectúa la Tierra en el espacio.
Cada una de estas etapas son coincidentes y simultáneas con la posición que ocupan los planetas en el cielo.
De tal forma, los ciclos de la vida dependen de los dominios astrales que la Tierra recibe, y los movimientos del mundo y los astros influyen en distintos aspectos.
El principio del orden natural establece que todo tiene lugar, desde lo infinitamente pequeño hasta lo muy grande, y cada cosa es, al mismo tiempo, causa y efecto de muchas otras cosas.
El hombre es parte del Universo y, todo lo que en él suceda, afectará de manera positiva o negativa sobre sus circunstancias personales.
Cada constelación encierra el arquetipo de una cualidad de la energía cósmica, de tal forma que cada signo tiene su particularidad.
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